La primera semifinal de Eurovisión 2025 ha deparado esta martes como se preveía una fácil clasificación para la cómica 'Bara Bada Bastu' de los suecos KAJ, los favoritos a la victoria final sin grandes rivales de momento.
Junto a ellos también han conseguido plaza para la final de este sábado los candidatos de Países Bajos, Ucrania, Albania, Estonia, Portugal, San Marino, Islandia, Polonia y, con parte de sello español, Noruega. Se han quedado fuera de competición Croacia, Azerbaiyán, Eslovenia, Chipre y, para sorpresa de muchos, Bélgica, que partía quinta en las apuestas para el triunfo.
Con algo tan suizo como un canto tirolés entre cumbres borrascosas ha dado comienzo esta edición que vuelve a su primera casa 68 años después de su nacimiento, esta vez en la St. Jakobshalle de Basilea gracias al triunfo el pasado año de Nemo, que su vez fue el primero para este país desde el que en 1988 consiguiera Celine Dion.
"Suiza siempre ocupará un lugar especial en mi corazón, porque fue el país que confió en mí y me dio la oportunidad de ser parte de algo extraordinario", ha destacado la artista canadiense, que ha reaparecido en un mensaje en vídeo ante los crecientes rumores de que podría actuar en la gran final.
La disputa por la clasificación para esa final la ha abierto con gran efusividad el joven dúo islandés Vaeb y su electropop 'Roa', seguidos por la fantasía heroica de espada y brujería pero con tacones y violín de la polaca Justyna Steczkowska con 'Gaja'.
Muy famoso en Eslovenia, Klemen ha cantado la balada catártica sobre la milagrosa recuperación médica de su pareja, con beso incluido para un final feliz, en el extremo opuesto al irónico y cómico swing lleno de clichés sobre Italia del 'Espresso macchiato' de Tommy Cash, desde Estonia con una de las propuestas más icónicas.
Una Ucrania más moderna que en sus últimas ediciones ha apostado por Ziferblat y 'Bird of pray', sobre recomponer los lazos rotos por la guerra, un tema que desde otra perspectiva, la de las migraciones forzosas por motivos laborales, también han abordado otra banda alternativa, los portuguses NAPA con la nostálgica 'Deslocado'.
Kyle Alessandro, el joven medio español que representa a Noruega, ha exhibido su fuego interior con 'Lighter', algo de lo que iba sobrado también con sus agudos lacerantes y una propuesta escénica eléctrica llena de tonos encarnados el belga Red Sebastian con 'Strobe Lights', lo que no le ha servido finalmente sin embargo para obtener el pase.
Gabry Ponte, el DJ y productor creador del 'Blue' que triunfó en pistas de baile en 1999, ha traído otro himno para brincar, este con ecos transalpinos, 'Tutta L'Italia', pero en representación de San Marino, aunque para electrónica con sabor étnico (balcánico en concreto), lo de los albanases Shkodra Elektronik con 'Zjerm'.
Aires de África han soplado con el holandés de ascendencia congoleña Claude en 'C'est La Vie', un optimista diálogo con su niño interior frente a las vicisitudes de la vida, tras el que el chipriota Theo Evan ha puesto el cierre con la sensual propuesta diseñada por el español Sergio Jaén.
Melody presenta su nueva propuesta escénica
Fuera de concurso ha sido la primera oportunidad para disfrutar de tres de los países directamente clasificados para la final, entre ellos la española Melody con 'Esa diva' y una propuesta escénica nueva respecto a la de Benidorm Fest en la que ha destacado su seguridad en cada plano, además de su poderosa voz.
Tras ella han actuado el italiano Lucio Corsi con subtítulos y estética glam y la anfitriona, la suiza Zoë Më, que con la delicada 'Voyage' se ha convertido en una de las sorpresas de esta semifinal, como ha sido para muchos descubrir que el famoso 'Baile de los pajaritos' de María Jesús y su acordeón era, en realidad, suizo.
La segunda semifinal, que tendrá lugar este jueves, 15 de mayo, pondrá en liza otras diez plazas para la final del sábado, que se disputarán entre Australia, Montenegro, Irlanda, Letonia, Armenia, Austria, Grecia, Lituania, Malta, Georgia, Dinamarca, República Checa, Luxemburgo, Israel, Serbia y Finlandia.