La directora saudí Haifaa Al-Mansour transmite con su nueva película, ‘La candidata perfecta’, un mensaje de empoderamiento femenino en un momento en que Arabia Saudí ha empezado a suavizar las reglas sobre la tutela masculina sobre las mujeres que han imperado durante decenios en el país, un tema del que se habla mucho en la actualidad y desde diferentes puntos de vista. La película se estrena el 6 de marzo en salas comerciales.
Fue en el Festival de Cine de Venecia donde la directora saudí Haifaa Al-Mansour se presentó ante el público internacional con su primera película, La bicicleta verde (2012), la primera grabada íntegramente en el Reino de Arabia Saudí. En su nueva película, La candidata perfecta (The Perfect Candidate), que se estrena en cines el 6 de marzo, Al-Mansour trata la discriminación sexista y las leyes que, hasta hace poco, prohibían a las mujeres viajar sin el consentimiento de su tutor. La película, que también compitió por el León de Oro en la edición del año pasado del Festival de Venecia, cuenta la historia de una doctora y los desafíos a los que se enfrenta una mujer al presentarse para ser elegida miembro del concejo municipal.
¿Qué le hizo regresar a Arabia Saudí para contar una nueva historia en torno al empoderamiento de las mujeres?
Ahora mismo está teniendo lugar toda una serie de cambios increíbles en mi país, y quería contribuir a esos cambios positivos. Ahora se trata de alentar a todos para que aprovechen cualquier oportunidad, sobre todo las mujeres, porque necesitan realizar un enorme cambio de mentalidad para entender la libertad que pueden explorar. Quería contar la historia de una mujer culturalmente conservadora y tradicional que decide aceptar los cambios y aprovechar el momento. Sabe que el recorrido será difícil y que muchos la criticarán, pero también es consciente de que se abrirá todo un mundo nuevo. Quiero que las mujeres saudíes entiendan la importancia de aprovechar el momento, incluso careciendo de experiencia, aunque sé que es difícil para las saudíes ser el centro de las miradas y que no se sienten cómodas haciendo cosas que nunca habían hecho, como conducir, viajar o mostrar sus rostros. También quería hacer hincapié en nuestro poderoso legado artístico y cultural, y contar una historia que subraye la importancia de basarnos en esas tradiciones para desarrollar nuestra sociedad. Nuestra música, nuestras historias, todas nuestras formas de expresión artística casi desaparecieron de nuestra cultura y pensé que necesitábamos una historia que recordara al público nuestras fuertes tradiciones culturales y cómo pueden ayudarnos a entrar en el futuro.
¿En qué se diferencia su situación actual de la de hace ocho años, cuando rodó La bicicleta verde (2012)?
Los cambios para los directores locales son extraordinarios. En 2011 era realmente complicado hacer una película y mucha gente dudaba antes de lanzarse a cualquier forma de expresión artística. El cine era tabú, y la idea de que hubiera salas representaba una línea roja que la mayoría de nosotros pensaba que jamás se cruzaría. Pero ahora ha cambiado. Hay salas de cine abriéndose en todo el Reino Saudí. Sin embargo, queda el grave problema de la falta de infraestructuras en la industria cinematográfica. Aún queda mucho trabajo por hacer para conseguir las herramientas y los recursos con los que hacer películas de calidad. Hay poca gente con experiencia, por lo que reunir a un equipo técnico sigue siendo difícil. Otra área clave que debemos desarrollar es la educación y el aprendizaje necesarios para contar historias nuestras.
Tanto en La bicicleta verde como en La candidata perfecta vemos cómo las mujeres viven dos mundos muy diferentes: el público y el privado.
Me esforcé en crear un personaje que representara a la mentalidad de la mayoría de las mujeres saudíes. La protagonista, interpretada por Mila Al Zahrani, se cubre el rostro y respeta las normas culturales de la sociedad, pero acaba derribando muros porque quiere hacer bien su trabajo. Se siente frustrada por las restricciones que le impiden realizar su trabajo de la forma que más beneficiaría a la sociedad, y eso la obliga a encontrar otras formas de pensar. No es rebelde porque sí, pero sabe que su trabajo puede mejorar al país y quiere derribar las barreras que le impiden cumplir con su misión. Creo firmemente que solo así puede cambiar de verdad una sociedad, con personas que se esfuercen y quieran alcanzar su máximo potencial. Por otro lado, el mundo privado de las mujeres saudíes es muy especial, porque su vida pública es limitada. En público, nuestras identidades están ocultas, nuestros movimientos y oportunidades están restringidas y controladas, pero en la intimidad del hogar, en reuniones de mujeres, nos quitamos el velo y olvidamos las presiones procedentes del exterior. Ahí nos sentimos libres. El hogar es un auténtico santuario para las mujeres, y siempre me empeño en mostrar cuán fuertes son las ataduras familiares. Las bodas, otro acontecimiento en el que los sexos están separados en el Reino Saudí, son otra ocasión para que las mujeres sean ellas mismas con toda liberad, y suponen otro decorado que usamos para la película. Quiero mostrar al mundo cómo son las mujeres saudíes cuando se destapan, porque también podemos ser nosotras mismas: bailar, tener imaginación, humor, ser descaradas?
¿Cuál cree que es el elemento más sorprendente de la película para el público occidental?
Incluso con La bicicleta verde, el público occidental se quedó sorprendido por lo fuertes y atrevidas que podían llegar a ser las mujeres saudíes. El resto del planeta tiene la idea de que somos débiles, tímidas y que nos asusta el mundo, que somos víctimas resignadas a vivir dentro de los límites y restricciones impuestas por nuestra cultura. ¡Pero no es así, para nada! Las mujeres saudíes tienen mucho carácter, son fuertes, divertidas y saben mucho más de lo que se cree. Espero que esta película vuelva a captar el fuego y el valor que tienen las mujeres de mi país. Para mí es un honor y un privilegio contar sus historias al mundo.
Recientemente, un decreto real ha permitido que las mujeres viajen al extranjero sin obtener previamente el permiso de un guardián legal. ¿Qué importancia tiene este avance?
Todos los avances recientes referentes a la mujer en Arabia Saudí son muy importantes y representan cambios cruciales en la zona, por eso decidí que la película empezaría con la protagonista conduciendo un coche, algo que hace un año habría podido parecer imposible. Pero ahora son las mujeres las que deben aceptar estos cambios y arriesgarse a probar algo nuevo. Espero sinceramente que más mujeres empiecen a conducir y a trabajar en ambientes mixtos con hombres, a viajar solas o sencillamente a hacer las cosas que las hacen felices. ¡Ahora es el momento! Aunque es cierto que pasará tiempo antes de ver un cambio de verdad en las calles de Arabia Saudí.
PERSONAL
Nacionalidad: 10 de agosto de 1974 (Arabia Saudí).
Biografía: Haifaa Al-Mansour se licenció en Literatura en la Universidad Americana de El Cairo y realizó un máster de Dirección y Estudios Cinematográficos en la Universidad de Sidney. Se la considera la primera mujer directora de Arabia Saudí y su largometraje La bicicleta verde (2012) fue el primero rodado íntegramente en el país. Participó en más de 40 festivales internacionales con dicha película y ganó varios premios, entre otros, en Venecia, Roterdam y Dubai.
Filmografía: La candidata perfecta (2019), Desmelenada (2017), Mary Shelley (2016), La bicicleta verde (2012), y Women without shadows (2005, documental).