En verano, es habitual que muchas personas elijan ir a la playa para disfrutar del mar y del sol. Por muy agradable que pueda sonar, muchas veces no tienen conciencia de algunos riesgos, como enfermedades o quemaduras en la piel. Debido a esto, llevar sombrilla puede ser una buena solución a este problema.
Por lo tanto, este objeto se convierte en fundamental para disfrutar de un día de playa con más seguridad. Es más, saber cómo colocarla correctamente puede ayudarnos a estar cómodos y a evitar contratiempos que puedan amargar el día.
El peligro invisible del viento
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, como consecuencia de las fuertes rachas de viento, las sombrillas campan a sus anchas a lo largo de la playa, provocando sustos que hacen que sea necesario tomar precauciones en verano.
Y lo que es peor, pone en riesgo a otras personas, causando heridos y, en el peor de los casos, algún muerto. Por esa misma razón, hay que evitar los accidentes y asegurar la tranquilidad, tanto la propia como la de los demás. Para esto, hay métodos eficaces para ajustar bien una sombrilla.
Cómo fijar bien una sombrilla en la arena
El primer paso de este truco para que una sombrilla quede bien sujeta a la arena es cavar un agujero muy profundo. Ya sea con una playa, con el palo de la sombrilla u otros objetos, con movimientos circulares a ser posible, se puede perforar la arena hasta conseguir una gran profundidad.
Cuidado el agujero
Es importante que el agujero no sea muy ancho, porque el palo suele ser bastante delgado e introducirlo en un espacio demasiado grande no podría sujetarlo en condiciones. A continuación, hay que meter bien la parte inferior del palo hasta que la base quede muy firme y sin que se pueda mover.
Reforzar el entorno
Después, hay que reforzar muy bien los bordes del agujero con arena húmeda para que el palo quede bien sujeto. Esto se debe a que la arena mojada, cercana a la orilla, es más resistente que la seca. Incluso se pueden llegar a utilizar piedras o rocas de pequeño tamaño para darle mayor estabilidad.
Paso final
Finalmente, hay que colocar la parte superior de la sombrilla e ir modificando su altura según las circunstancias. Al soplar el viento con fuerza, hay que mantenerla algo baja para que haya menos riesgo de que salga disparada y que aguante mejor donde la zona de la toalla.
Un gesto simple que puede evitar accidentes
Aunque este proceso puede llevar varios minutos, hacerlo correctamente puede marcar la diferencia. Porque no solo se garantiza la seguridad propia y la de las demás personas en la playa: garantiza la tranquilidad y la oportunidad de disfrutar sin preocupaciones del mar y el calor.
Así las cosas, con algo de atención, cuidado y prudencia, será posible evitar este tipo de imprevistos en las fechas de verano. Y no será por falta de recursos, puesto que, sin necesidad de gastar dinero o invertir en productos para fijarla bien, se puede conseguir fijarla en la arena correctamente.