No siempre la calidad televisiva está ligada al éxito, porque cientos de factores influyen a la hora de atrapar a los espectadores. Nadie tiene la fórmula para saber qué es lo que va a triunfar y lo que no. Los programadores cruzan los dedos cuando un nuevo producto salta a la pantalla, porque saben que la estadística dice que el 75% de las apuestas fracasan. A lo largo de 2019 hubo varios ejemplos en los que calidad y éxito no fueron de la mano, y algunos de ellos son los que repasamos en las siguientes líneas. ¿Será diferente este 2020 que acabamos de estrenar?
'45 revoluciones' (Antena 3). La ficción menos vista en la historia de las teles privadas
45 revoluciones era una serie de Antena 3 que viajaba a las décadas de los 60 y 70, tenía buena factura, un punto de nostalgia atrayente y buenas interpretaciones. Parecía que todos los ingredientes para triunfar. Pero ha pasado a la historia por otros motivos: el récord negativo de audiencia hasta convertirse en la ficción menos vista de la historia de las cadenas privadas, un fracaso sin precedentes que da para varios estudios. Un batacazo en toda regla: sus dos últimos capítulos solo tuvieron un 2,6% y un 2% de cuota de pantalla.
'Arusitys prime' (Antena 3). Visto y no visto: se emitieron dos programas en noviembre
El programa de entretenimiento de Antena 3 presentado por Alfonso Arús, Arusitys prime, se estrenó el 22 de noviembre, una semana después emitió el segundo capítulo y nunca más se supo de él. La cadena dice que le está dando una vuelta para recuperarlo, pero los datos no son esperanzadores. La primera entrega tuvo un 9,1% de share, la segunda, un 6,5%. Arús parece ya pasado.
'Brigada Costa del Sol' (Telecinco). Buena factura, pero con bajos índices de audiencia
La serie de Telecinco en colaboración con Netflix no tuvo el año pasado el éxito que se esperaba. La producción estaba muy cuidada, pero la audiencia dio la espalda a un historia basada en hechos reales y que se desarrollaba en un pasado cercano, 1977. Comenzó con buen pie y un estreno multicanal superior al 18%, pero fue decayendo hasta llegar a un 12%, un dato considerado muy bajo.
'Bake off' (Cuatro). Los espectadores resultaron no ser demasiado golosos
No era la primera vez que el canal de Mediaset intentaba atrapar a los amantes de la gastronomía con un concurso de repostería. El 6 de marzo estrenó el programa Bake off, formato destinado a buscar al mejor pastelero. Lo presentó Jesús Vázquez, un profesional muy transversal que pasa de Telecinco a Cuatro en un pispás, pero no tuvo el éxito que esperaba el canal. Se emitieron diez entregas y desapareció de la programación sin que los responsables del grupo anunciaran su intención de renovarlo. El jurado estuvo formado por Betina Montagne, Dani Álvarez y Miquel Guarro. La pretensión inicial, y así lo vendieron, es que fuera una especie de MasterChef dulce, pero o no cuajaron los ingredientes o los espectadores estaban indigestos con tantos programas de cocina, así que tras la primera emisión se convirtió en un fracaso. El inicial 8% de share (un dato que estaba muy bien para Cuatro, porque se situaba por encima de la media de cadena) se quedó en agua de borrajas y el souflé se desinfló en entregas posteriores hasta quedarse en un raquítico 4,9%.
'Vaya crack' (La 1). Un concurso más propio de los 90 que del siglo XXI
La 1 creyó en este concurso anticuado para las noches del sábado, y puso al frente a Roberto Leal, su hombre de moda . Empezó bien y terminó muy mal. Del prime time pasó a la madrugada y después, ya nada más se supo del programa. Es muy difícil batirte con una competencia basada en el cine y en los debates de corazón y política con un producto más cercano a los 90 que al siglo XXI.
'Juego de niños' (La 1). El pasado no siempre vuelve con el éxito asegurado
En su día fue un programa de éxito, pero no se emitía en la franja de prime time. TVE quiso reeditar los buenos resultados que tuvo dos décadas atrás dando una vuelta al concurso de los gallifantes que Xavier Sardá presentó entre 1988 y 1992. Los programadores no entendieron que la televisión de finales del siglo XX era muy diferente y que es un riesgo reproducirla ahora.
'La canción mejor cantada' (La 1). A la cadena pública, una vez más, se le quebró la voz
Este aburrido programa de La 1 levantó demasiadas expectativas. No pudo ser. Una temporada fue más que suficiente para descubrir que a los espectadores esta apuesta musical en la que se buscaba la mejor canción no les interesaba. Otra puesta en escena en la que la cadena pública se retrotraía en el tiempo. Se despidió con un 9%, audiencia insuficiente para un programa caro.
'Los nuestros 2' (Telecinco). En Mediaset no triunfan ni los dramas ni la acción
Telecinco no tiene mucho éxito, salvando algunas excepciones, cuando en la ficción se va al drama. En esta cadena triunfa la comedia disparatada. Los nuestros 2 es un ejemplo de lo que no acepta la audiencia de Vasile, que está mucho más acostumbrada a los realities, la basurilla y los cotilleos que a temas que les hagan pensar. La serie, pues, pasó sin pena ni gloria por la parrilla.
'Malaka' (La 1). Lección habitual: una buena historia no siempre enamora
Es uno de los ejemplos donde la calidad y el éxito chocan frontalmente. La serie, un thriller policíaco con muchas historias personales de los personajes, era impecable tanto en guion como en producción, y sin embargo los espectadores le dieron la espalda, y aunque levantó el vuelo, lo hizo de una forma tan discreta que no alcanzó la altura suficiente para su renovación. Hasta nunca.
'Masters de la reforma' (Antena 3). Cuando forzar situaciones no da un resultado apetecible
Con este hortera programa de parejas de expertos en obras y decoración de interiores, Antena 3 quería ofrecer un reality mucho más aceptable que los de su rival. Suscitó curiosidad, pero luego fue cayendo en picado. Las discusiones forzadas entre los concursantes no tuvieron buena acogida y la cadena dejó de lado la posibilidad de renovar. Las entregas no resultaban nada naturales.
'Secretos de Estado' (Telecinco). Cuando imprimir aún más morbo no sirve de nada
Si en algún momento Mediaset quiso emular a series como House of cards o Scandal, se equivocó con Secretos de Estado. La idea se vendió en sus orígenes como una historia política, pero cambió de rumbo en la grabación y se fue a las relaciones amorosas de los personajes. Otorgó el prime time más bajo de 2019 a Telecinco. También es cierto que la promoción fue muy limitada.
'Toy boy' (Antena 3). ¿Lo ven? El sexo no tiene por qué ser una apuesta segura
Antena 3 estaba muy satisfecha de esta serie que mostraba al hombre como objeto de deseo. Toy boy tuvo una de las mejores promociones del año, y sin embargo algo falló en el mecanismo que unía sexo comprado y acción policial. Al final, acabó sin pena ni gloria. Presentaba un reparto bueno con actores de peso, pero quizá era una apuesta fuerte para un canal generalista.
'Me quedo contigo' (Cuatro). Un programa tránsfuga que pagó el estar ya más que visto
No era un espacio nuevo en la televisión española, porque el formato original había sido adaptado para Cuatro hace diez años bajo el título de Elígeme. Me quedo contigo empezó en Telecinco en formato semanal, estuvo siete semanas con un rendimiento moderado tirando a bajo y terminó como emisión diaria en Cuatro. Parece que lo de buscar pareja en la tele va cayendo en desuso.
'Por el mundo a los 80' (Antena 3). Parecía una buena idea, pero no consiguió cuajar
La idea era buena y abría un gran abanico de posibilidades para gente que apenas había salido de su ciudad. Gente mayor que recorría el mundo de la mano de Arturo Valls y contaba sus experiencias a los espectadores se antojó un proyecto interesante, pero no; la audiencia quiso viajar más a su aire y el programa fue retirado tras una corta aventura.
'Hospital Valle Norte' (La 1). Estos médicos no sanaron las deficiencias de TVE
Fue una sorprendente apuesta diaria creada para mantenerse durante unas cuantas temporadas y con un elenco que acogía a actores reconocidos en otras producciones, como Juan Egea, Lucía Jiménez, Sergio Mur, Alexandra Jiménez o Gorka Otxoa. Hospital Valle Norte cruzaba los temas médicos con las tramas personales que se daban dentro del centro sanitario. Lo típico, vamos. La 1 confió en el interés que generalmente suscitan las series médicas, pero en esta se equivocó, porque todo lo que mostraba era predecible y eso la convirtió en tópica y prescindible. La serie, además, actuaba como telonera para dos que ya estaban asentadas, Servir y proteger y Acacias 38. Los capítulos de Hospital Valle Norte dejaban muy bajas las audiencias y el resto se resentía de ello. Al final, se canceló, pero visto con perspectiva, todo hace indicar que nunca convenció del todo a los responsables de la cadena pública, porque apenas hubo presentaciones, no se concertaron entrevistas, saltó a la pantalla sin promoción y la retiraron a la chita callando. Una serie sin testar que se desnucó.