madrid -“Muy feliz” se declaró ayer Isabel Pantoja ante su próximo estreno en Telecinco como jurado en televisión, concretamente en el concurso de talentos infantiles Idol kids, consciente de lo que en su opinión define a una auténtica estrella: “Lo difícil es mantenerse, no llegar”. Esta será su segunda experiencia laboral en Telecinco tras convertirse como concursante en el gran foco mediático de la última edición de Supervivientes. También fue noticia por poner sintonía a la cabecera de la tercera temporada de Paquita Salas. Además, Sony Music España firmó a finales de 2018 un acuerdo para desarrollar una serie en torno a su vida, que podría ver la luz en 2020.
“Es muy difícil después de cuarenta y tantos años estar aquí. Eso es lo que queremos, que de Idol kids salga un gran artista que perdure y sea una megaestrella”, dijo en una intervención sin preguntas sobre su vida personal, tampoco sobre la incipiente carrera de su hija. “A mis hijos no los hubiera presentado a un programa así porque hay un botón rojo”, reconoció, y destacó que ella se preparó durante 3 años y medio para grabar su primer disco con 15 años, aprendiendo ante un público y formándose “para ser una estrella”.
La tonadillera, el presentador Jesús Vázquez y el resto de estrellas del jurado de este nuevo concurso, Edurne y Carlos Jean, se encontraron con la prensa tras el final de la grabación de las dos primeras fases que se emitirán, Los Castings y Los Rankings. “He trabajado en televisión muchísimo y sin trabajar también he salido en ella, pero esto ha sido de lo más bonito que me ha pasado en mi vida artística”, declaró, pese a reconocer que al principio no fue una misión fácil valorar a niños y niñas de entre 6 y 15 años. “Pasé un par de días fatal”, ratificó.
Tras casi un año de preparación, España se convierte en el décimo país que emitirá este formato en un intento por reeditar las buenas cifras que en el pasado rindió la emisión en esta cadena de un formato similar, el de La Voz Kids, que regresa justamente con quien fue su conductor. Para Jesús Vázquez este retorno al formato del talent show como presentador es “una vuelta a casa”. “No paramos de encontrar talento en España y eso es maravilloso; de los primeros programas que yo hice a éste ha subido el nivel de cómo cantan los niños”, señaló el gallego ante una también mayor variedad estilística que incluirá copla y hasta “un niño jotero”. En el jurado, además, está una Edurne mucho más experimentada tras cinco años en esa posición en diferentes programas de Mediaset. “He encontrado una silla en la que me siento muy cómoda”, reconoció la cantante. “Con los niños hay que desnudarse y hablar de cosas de las que nunca has hablado en tu profesión”, destacó por su parte el productor y compositor Carlos Jean.
Más de 3.000 niños se inscribieron inicialmente para el programa, muchos convocados a pruebas presenciales en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Oviedo y Canarias. La última fase de selección, ya con Isabel Pantoja y compañía, se televisará con público en directo. Allí requerirán el visto bueno de al menos dos de los tres jurados con su botón verde y serán los asistentes a plató los que, con sus valoraciones, les otorguen una posición en una clasificación general que les llevará a las últimas galas.
“rojo pantojo” “Isabel no trabaja mucho el botón rojo”, anticiparon con sorna los responsables del concurso sobre su participación, una singularidad que hizo que las “cuatro únicas veces (una por error)” que la artista apretó ese pulsador le diera nombre propio entre sus compañeros: “rojo pantojo”. “Estoy aprendiendo a diario y no por pulsar un botón, sino de los niños que cantan. Me veo reflejada y por eso lloro y me emociono, porque empecé con 7 años y por eso me cuesta tanto”, explicó Pantoja. - Efe