‘patronato de protección de la mujer’. La 2 abre su temporada volviendo la vista atrás y yendo a tiempos muy difíciles. Para la dictadura, una mujer caída era la prostituta, la que ya había cedido al vicio y la explotación. Pero una joven en riesgo de caer podía ser cualquier chica entre 16 y 21 que se apartara del patrón moral de la época. En los reformatorios dependientes del Patronato se encerró, sin haber cometido ningún delito, a jóvenes consideradas díscolas, desobedientes o promiscuas.
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