¿Quién no ha pasado una tarde en una sidrería, saboreando un trozo de queso con membrillo, nueces y, por supuesto, una cuajada fresca? Esos sabores también se pueden convertir en una versión refrescante y moderna con esta receta de manzanas rellenas de helado de queso.

Ingredientes

Para las manzanas:

  • 6 manzanas (puedes usar una variedad dulce, como Gala o Fuji)
  • 6 cucharadas de azúcar moreno
  • 2 ramitas de canela
  • Agua suficiente para cubrir las manzanas (aproximadamente 500 ml o un poco más)

Para el helado de queso casero:

  • 400 g de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 400 ml de nata para montar (crema de leche)
  • 200 g de azúcar
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla

Para montar el plato:

  • 12-18 láminas de membrillo (aproximadamente 2-3 láminas por plato)
  • Miel al gusto
  • Queso Idiazabal rallado en escamas (aproximadamente 50 g)
  • Un puñado de nueces (opcional, para decorar)

La manzana es un ingrediente muy versátil en la cocina. María Malo

Elaboración

Pelar las manzanas, quitarles el corazón y cortar una pequeña capa en la parte superior para que se mantengan estables.

Colocar las manzanas en una cacerola grande y cubrirlas con agua. Añadir 6 cucharadas de azúcar moreno y las 2 ramitas de canela. Cocinar a fuego bajo durante unos 20-25 minutos o hasta que las manzanas estén tiernas (pero aún enteras). Es importante que no se deshagan. Puedes comprobar con un tenedor si están listas. Retirar del fuego y dejar enfriar completamente. 

Para preparar el helado de queso casero, en un bol grande mezclar el queso crema con el azúcar hasta que quede suave y bien integrado.

Añadir la nata para montar y el extracto de vainilla, y batir con una batidora eléctrica o a mano hasta que la mezcla se espese un poco (si tienes batidora de mano o robot de cocina, puedes batir hasta que tome una consistencia de helado suave).

Lleva la mezcla al congelador durante unas 4 horas o hasta que esté bien firme. Si no tienes heladera, puedes batir la mezcla cada 30 minutos durante las primeras 2 horas para evitar que se forme cristalización.

Para montar el plato, cortar las láminas de membrillo y colocarlas en cada plato, creando una base para la manzana. Rellenar las manzanas (tienen que estar completamente frías) con el helado de queso (puedes usar una manga pastelera o hacerlo con una cuchara).

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Rociar cada manzana con un hilo de miel y espolvorea el queso Idiazabal rallado en escamas por encima. Decorar con unas nueces partidas para dar un toque crujiente.

La clave está en servir este postre bien frío.