LONDRES. La estrella, dos veces nominada al óscar, encarna a un personaje "humanizado", que "hace cosas buenas y malas, y es un gran papel para interpretar" porque, en su opinión, las personalidades complejas en la ficción suelen recaer en los varones.
"Las mujeres representamos el 50 % de la población, y somos tan interesantes como los hombres", aseguró la actriz, para quien "también hay mujeres complicadas, con defectos y virtudes", ya que "todos vivimos con fantasías, deseos y pensamientos oscuros".
En "Gypsy", Naomi Watts da vida a Jean Holloway, una psicoterapeuta neoyorquina que parece llevar una vida perfecta, con una carrera exitosa, una casa espaciosa en una zona residencial, un atractivo abogado por marido (Billy Crudup) y una hija a la que adora.
Sin embargo, Jean se crea una identidad falsa fuera de las consultas, Diane, con la que decide involucrarse en la vida de sus pacientes, saltándose los códigos éticos y de buena praxis de su profesión, al entablar relaciones prohibidas con los familiares, amigos y exparejas de sus clientes.
Así llega a conocer a Sidney (Sophie Cookson), una chica más joven, que trabaja en una cafetería, canta en un grupo y es la obsesión de su exnovio, uno de los pacientes de Jean, comenzando entre ellas una complicada relación llena de tensión sexual y juego. La serie plantea una exploración del deseo sexual femenino y la necesidad de huir de la rutina de la vida profesional y familiar, las crisis de identidad y el impulso de destruir su estabilidad personal.
"Parece que lo tiene todo pero no es suficiente; la mayoría de la gente sueña con esa clase de vida que tiene Jean pero ella siente que se ahoga, y se vuelve autodestructiva, necesita autodestruirse", hasta el punto de poner, añadió, "su respetable existencia en peligro".
"Es una historia que sirve de advertencia. Puedes verla, disfrutarla y no meterte en problemas; ella se está sacrificando por nosotros, podemos mirar desde la seguridad de nuestros hogares", comentó, en alusión a que los espectadores no sufrirán las consecuencias de sus actos.
La serie de diez episodios, ya disponibles en Netflix, ha sido creada por y para mujeres y concebida por la guionista Lisa Rubin, además de contar con directoras para varios de sus episodios como Sam Taylor-Johnson y Victoria Mahoney.
Sophie Cookson, compañera de reparto de Watts, considera que "vivimos en un momento de empoderamiento para las mujeres", porque "las tornas están cambiando".
"Si ves series como 'El cuento de la criada' o 'Big Little Lies', creo que es una gran época para ser mujer en esta industria", apostilló.
Sam Taylor-Jonhson, directora y también productora ejecutiva de la serie, fue quien hizo llegar el guión a Naomi Watts, en otro gran fichaje de estrellas de Hollywood que se han apuntado a las series de televisión, desde que Kevin Spacey protagonizara "House of Cards". Para Watts, "desde luego que ahora muchos de los mejores guiones se están escribiendo en la televisión, probablemente por el triste estado de la industria del cine, en el que la mayoría de películas son de franquicias o superhéroes".
"Como la industria del cine está tocando fondo, creo que los escritores se han mudado a la televisión, y los actores tenemos que seguir a las historias", sentenció la protagonista, que actualmente también aparece en la nueva serie de "Twin Peaks", a las órdenes de David Lynch, el director que la lanzó al estrellato en 2001 con "Mulholland Drive".