Bilbao - ¿Somos todos capaces de matar? Jon Sistiaga está convencido de que en circunstancias extremas, circunstancias que se nos escapan de las manos o por mecanismos de defensa, todos podemos hacerlo. Su última entrega de Tabú ha hablado del mal, de malos y buenos. En este paseo por la maldad y la muerte provocada a sabiendas. Sistiaga opina que después del nazismo, del asesinato de seis millones de judíos, nada puede ser peor.
¿Muchos humanos malos?
-No, qué va. La mayoría somos buenas personas.
¿Existe el gen de la maldad?
-No, no se ha descubierto. Científicamente no se puede demostrar que hay un gen que hace buenas o malas a las personas.
¿El malo nace o se hace?
-Creo que se hace. Entiendo que los factores externos influyen. Si alguien vive en una familia desestructurada, en su casa ve violencia, también en el barrio o donde viva, seguramente tiene más posibilidades de ser mala persona que alguien que viva en un entorno diferente. Eso no quiere decir que alguien que haya pasado por situaciones malas, tenga que ser malo a la fuerza. Hay muchos condicionantes.
¿Qué nos hace ser buenos o malos? ¿Es una cuestión de conciencia o por miedo al castigo?
-El miedo o el temor al castigo, sobre todo al castigo público, es una gran herramienta de nuestras civilizaciones para conseguir que cada vez haya menos malos o menos maldad. No me parece mala herramienta.
A veces nos planteamos si seríamos capaces de matar y nos lo negamos. ¿Cree que todos somos capaz de matar por algo?
-Definitivamente sí. Cualquiera de nosotros podría llegar a cometer una gran maldad -tú y yo también, no lo dudes-, que ni siquiera nos hemos imaginado qué seríamos capaces de hacer. Tenemos mecanismos defensivos y en determinadas circunstancias, tratando de defender algo que es querido, somos capaces de cometer una barbaridad. Nos podemos encontrar en situaciones para las que no estamos preparados?
? Pero sería una maldad con atenuantes, ¿o no?
-O no, tú lo has dicho. Un conflicto o una tragedia te hacen reaccionar de una manera en la que tus coordenadas éticas no funcionan. Lo que normalmente tú dirías que está mal y que no lo harías, de repente, vas y lo haces. Puede que todo a tu alrededor se haya derrumbado o todo lo que estaba claro ya no lo esté y es cuando actúas.
Vamos, quiere decir que tenemos dos caras.
-Tiendo a pensar que cualquier ángel puede convertirse en demonio y cualquier demonio puede ser un ángel.
Que un demonio lleve un ángel dentro parece menos creíble.
-Es lo complicado de entender, que cualquier demonio pueda convertirse de repente en un ser virtuoso.
Vamos a los tópicos, porque dicen que las mujeres somos malas por naturaleza?
-Ja, ja, ja? Como bien dices es un tópico.
¿Hay igualdad de maldad entre hombres y mujeres?
-No hay una diferencia genética. Esto es una opinión mía y no tiene ningún aval científico. Pienso que en nuestras sociedades, que son todavía bastante machistas y patriarcales, el que actúa siempre en mayor medida es el hombre y, por tanto, comete más maldades. No creo que haya ninguna genética especial que haga cometer más maldades al hombre que a la mujer.
Hoy se acaba ‘Tabú’. ¿Cómo va a acabar su serial del mal?
-Con un capítulo que he llamado ¿La banalidad del mal? Hablo un poco del nazismo, de alguna manera lo cambió todo. Tras el nazismo hay muy poco que hablar en cuanto al mal, no hay nada peor. Si a cualquiera de las cuatro últimas generaciones que ha habido después de la Segunda Guerra le preguntas qué es lo peor que puede hacer el ser humano solo hay una respuesta: no hay nada peor que llevar a las cámaras de gas a seis millones de personas.
¿Qué herencia dejó el nazismo a las siguientes generaciones?
-Pienso que después del nazismo la violencia se banalizó y trivializó; se relativizó porque no había nada peor; ya nadie iba a conseguir ser tan malo como Hitler y su gente. Incluso para los propios malos eso era casi un límite inalcanzable y siempre se quedaban por debajo del nazismo. Nada va a ser tan malo, podemos estar tranquilos.
¿Tranquilos? ¿Usted cree? Estamos viviendo unos momentos con los atentados yihadistas que nos inspiran todo menos tranquilidad.
-¿Por qué no hacemos un ejercicio de comparación de cifras? ¿Cuánta gente ha fallecido en Gran Bretaña por errores médicos o accidentes de coches en el mismo tiempo, desde los atentados de Manchester a los atentados de Londres? Lo que pasa es que tendemos a meternos en un titular y, luego, ha habido un muerto de nuestro país y tendemos a darlo como héroe sin saber si la mujer a la que estaba defendiendo era igual de héroe que él. No creo que estemos en una situación peor, están peor los sirios, los iraquíes?
¿Qué diríamos de los que asesinos de Londres, Manchester y otros lugares estos últimos años?
-Eran malos, nihilistas, yihadistas, terroristas? lo que quieras, odiaban la vida. Es más, te diría que son una serie de perdedores que prefieren morir antes que resistir en este lado de la vida; preferían matarse llevándose por delante a los que pudieran?
¿Pero?
-Eso, pero? ¿Qué es más malo, el tío que se inmola en Manchester o la ideología que convence a ese tío de que tiene hacer lo que ha hecho?
Supongo que la ideología?
-Las ideologías son las que sacan lo peor de los seres humanos y los convierten en malos. No todo alemán era malo por sí, pero sí lo era el que se convenció a través del nazismo de que era una necesidad vital eliminar a los judíos, más que llevar a su hijo hasta la universidad.
También se puede apelar a la capacidad de resistencia de los humanos para no caer en la perversidad de algunas ideologías.
-Ya, pero el alemán cree que hay que matar a los judíos porque una ideología malvada le convence.
¿Hay muchos Hitler, Trump y Putin, por no poner más nombres, por el mundo?
-Hay también muchos Stalin y se pueden poner cientos y cientos de ejemplos de malos famosos, pero el programa no ha querido ir por el camino de los malos conocidos, es más bien analizar qué nos lleva al mal, qué nos hace malos o, simplemente, por qué no lo somos.
¿Cómo es el espectador de su programa?
-Despierto, inteligente y con ganas a veces de pasar un mal rato?
¿La televisión no está hecha para entretener?
-Pasan un mal rato porque les hago reflexionar y pensar, eso no es siempre divertido. No porque haya escatología o morbo; son complicados porque hablas de tabúes sociales y estigmas.
Periodismo ligado a la crisis económica, pero ¿cree que la crisis está en el concepto de qué es periodismo?
-Después de la crisis económica, la crisis del periodismo ha venido por una falta de credibilidad. El periodismo bueno ha seguido existiendo, pero atormentado por una crisis de responsabilidad. Hay otro tipo de periodismo que no nos ha sentado nada bien a los que hacemos lo de siempre, comprobar informaciones, comprobar fuentes y contrastar.
¿Tiene remedio?
-Ahora que empieza a pinchar la burbuja de ese periodismo ciudadano y de redes sociales, pienso que la sociedad pedirá un periodismo sensato, el de siempre, el que da titulares sensatos, no que sean un clic y que luego den 3.000 por meter la palabra teta, muerte o sexo.