El no va más de las creatividad televisiva es el de repetir un concurso pero añadiendo las iniciales de las personas muy importantes (VIP). El experimento se basa en pensar que si los espectadores han visto interesante una entrega con personajes desconocidos, la gente va a alucinar cuando en el programa aparezcan tipos populares. Y con este simple razonamiento se manejan los creadores de espacios en nuestra programación. Con esta sencilla y peregrina teoría tenemos garantizado que nuestra televisión nunca jamás va a innovar y que si aparece un programa nuevo será viejo porque lo protagonizarán los mismos actores de siempre. Es el caso actual de GH VIP de Telecinco y del First dates de Carlos Sobera con el que, en Cuatro, creyeron poner la guinda ayer a una semana en la que se celebró con bien de cursilería, la fiesta del amor o lo que ellos llamaron San ValenVIP. Programa éste, en el que se recibió a cinco famosos dispuestos a encontrar pareja en una cita a ciegas. Y a esa increíble tarea -más propia de un gag del circo de los payasos de hace treinta años-, se entregaron con todas sus tablas Ana Obregón, Malena Gracia, Charo Reina, Víctor Sandoval y Karina. Acompañados por supuesto de la artillería gestual de Sobera. Ya, tanta innovación no la soporto. A dónde vamos a ir a parar. Me bajo en Saber y Ganar que llevan 20 años subiendo a diario el tobogán de las audiencias con la simple herramienta de las preguntas. ¿Tan difícil es de entender? Jordi Hurtado es un artista del matiz y tiene ciertos artimañas para la imitación. Ahí cada día aparece desnudo de trucos, fuera de su cintura para improvisar la frase oportuna. Saber y ganar es digno sucesor de programas educativos como Cifras y letras que han demostrado que la educación y la cultura también atraen. Lo único que espero es que en el futuro, sigan recurriendo a sus concursante magníficos y que se olviden de los VIP televisivos.
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