madrid - “Me gustaría que me recordasen como la mejor directora de carrera del programa y como alguien que daba caña a los concursantes pero, a la vez, también les daba mucho cariño”.
¿Qué le ha aportado esta edición en comparación con el resto?
-He podido disfrutar mucho más, sabía a lo que iba, sabía el miedo que se puede pasar por los bichos, por dormir sola, que se puede pasar hambre? pero no he sufrido tanto como en la primera edición. He ganado mucho, tanto profesional como personalmente. La experiencia ha sido totalmente increíble. La primera edición lo pasé bien, pero me costó. Esta segunda, la he vivido mucho más en todos los sentidos.
¿Cuál fue su momento favorito? ¿Y el más duro?
-El favorito fue cuando pronuncié el nombre de los ganadores. Creo que ganaron los que tenían que ganar. Tengo un trocito de la final guardada en el móvil y lo voy viendo todo el rato porque es brillante. El más duro es la despedida a cada pareja. Se les coge mucho cariño y te da pena que se vayan.
¿Qué se llevaría si tuviese que concursar
-Mucho papel higiénico y ropa interior limpia. Esta edición, el equipo me ha tratado como una reina, con un papel higiénico de contrabando me creía Beyoncé.
¿Qué diferencias ha encontrado en los habitantes de la ruta de los elefantes respecto a la de los mil templos?
-La gente ha sido igual de cariñosa y amable, nos lo ha dado todo. Solo puedo tener palabras de agradecimiento. En esta edición hemos vivido algo más el machismo en la India. Ha habido momentos de tensión? pero ha sido en momentos puntuales. Solo hemos recibido amor. Es una experiencia inolvidable.
¿Qué va a encontrar el espectador en la final?
-Es la mejor de la historia del formato. Todo se decide en el juego final. El programa es imprevisible en todas sus etapas, pero la final es brutal. Hay emoción, risas, humor, tensión, llantos? ¡Hay de todo!