Bilbao- Félix Álvarez, Felixuco, es muy conocido por los telespectadores, durante ocho años salió a diario en Telecinco, primero con El informal y después con A tu lado. Alejado temporalmente de los platós, no descarta su vuelta a esta medio y tiene algún que otro proyecto entre manos del que no quiere hablar mucho. En esta obra comparte cartel con Josema Yuste.
¿A dónde nos lleva el ‘Taxi’ en que usted se ha subido en esta obra de teatro?
-Es una comedia loca de enredo y confusiones y sobre todo muy divertida. ¿A dónde nos lleva? A la risa y al buen humor.
¿Qué historia cuenta?
-La de un taxista que tiene dos mujeres, está casado con dos mujeres a la vez, tiene dos pisos que mantener en dos edificios colindantes... A partir del intento de robo de un bolso, se descubre el pastel y nos reímos todos juntos.
¿Y qué papel juega usted en esta carrera de ‘Taxi’?
-Soy el que descubro el pastel y monto el follón.
¿Es el teatro el medio que llena ahora su vida?
-Lo ideal es combinar. El contacto con el público y estar en el escenario es mucho más profundo, pero hay que hacer televisión porque se gana mucha pasta también.
¿Qué planes tiene en televisión?
-Tengo algún proyecto que otro a futuro y espero que salgan.
¿Para ganar más pasta?
-Ja, ja, ja... Y también porque me gusta. Pero donde disfruto más es encima de un escenario. A la tele solo volveré si tengo algo que me guste, ahora mismo tengo un proyecto que he presentado yo y que me gusta mucho, por eso lo presento, no iría a hacer cualquier cosa ni por pasta.
Estuvo en ‘A tu lado’ con Emma García. ¿Ha cambiado mucho la tele desde aquellas tardes en la que usted estuvo en Telecinco?
-No creo que ha cambiado tanto. Desde que tengo uso de razón siempre hemos dicho que la televisión es una mierdecilla, la caja tonta... Quizá ha cambiado en las formas.
¿En qué sentido?
-Comparado A tu lado con el programa que se hace ahora en esa franja que es Sálvame, el que hacía entonces sería un programa de Walt Disney. Como se decía del teatro: La televisión tiene una mala salud de hierro.
¿Qué ve en televisión?
-Soy de ver muchas series en plataformas digitales; fútbol, fútbol... mucho fútbol. Televisión convencional veo muy poquita.
¿Qué le gusta hacer más en televisión: presentar o interpretar?
-Me considero caricato, cómico, titiritero, a mí lo que me gusta es hacer espectáculo, por eso en teatro o en televisión lo que me gusta es hacer un personaje; realmente, soy muy payaso.
Su primera intención no era ni ser actor ni presentador, sino informático. ¿Queda algo de informática en su vida?
-No lo sé. Si ahora quisiera ponerme a ello, tendría que estudiar lo que estudié en su día. En el mundo de la informática la evolución es trepidante, no sé más que otra persona que no se hubiera dedicado nunca a este campo.
Bilbao es un lugar muy próximo para usted, le queda cerca de Santander.
-Voy y vengo, después de la obra me voy a Santander. Así hasta el domingo que terminamos y vuelta a la carretera. Disfruto conduciendo. Lo de viajar, conducir y hablar solo mientras llevo el volante me gusta.
¿Habla solo?
-Como los viejos, hablo solo de una manera temible. En lo del coche soy como el anuncio de BMW: me gusta conducir.
¿Esa es la marca de su vehículo?
-Ja, ja, ja... No lo tengo, todavía no; pero tengo una parte de esa marca, el anuncio.
¿Va a seguir viajando en ‘Taxi’ o aparca con el final del verano?
-¡Qué dices! Vamos a estar de gira hasta septiembre de 2016 que entramos en Madrid. Me es más fácil decirte a dónde no vamos que a dónde vamos. Nos vamos a Valencia, a Zaragoza, Barcelona, Oviedo, Valladolid, Logroño, Gijón...
¿Se combina bien televisión con teatro?
-Vamos a esperar a que llegue el momento. Ese tipo de situaciones se tiene que plantear y siempre son diferentes.
¿Echa de menos el salir en plató todos los días?
-En absoluto, estuve ocho años sacando esta cara de lunes a viernes, más de 2.000 programas en directo.
¿Se parecen en algo ‘Sálvame’ y ‘A tu lado’?
-En tratar temas del corazón, pero en Sálvame son los colaboradores los protagonistas del programa, en A tu lado los invitados eran de fuera. También ha aumentado el nivel de ruido, de gritos, pero es lo que se lleva ahora. Ha pasado el tiempo y los gustos cambian.