MADRID - El programa de Antena 3 acaba temporada en Honduras, donde hay más de 70 homicidios por cada 100.000 habitantes. Jalis de la Serna viaja a San Pedro Sula, donde mueren violentamente cuatro personas al día. Allí contacta con españoles que viven desde hace años en el país y conviven con bandas criminales que viven del narcotráfico, el secuestro y el sicariato, las maras. Son las doce de la noche, el equipo recibe una llamada. Es un aviso de la Policía Nacional. A pocos kilómetros han encontrado a un joven tiroteado en la calle. Es el sexto cuerpo sin vida que ven en menos de 24 horas. A las seis de la madrugada, Jalis de la Serna recibe la primera comunicación de los agentes: “Hay dos hombres baleados en el camino del cementerio”. A mediodía asiste al levantamiento de otro muerto junto a una cuneta. En la furgoneta de la morgue municipal ven dos difuntos más. En un día han comprobado que las cifras que colocan a San Pedro Sula como la ciudad más violenta del mundo no sólo son realidad, sino que se quedan cortas. Honduras es el país con mayor tasa de homicidios del mundo, con cifras equiparables a las de un país en guerra. Uno de los principales factores que han llevado a la sociedad hondureña a este nivel de inseguridad han sido los altos índices de pobreza. Dos terceras partes son pobres y un 42% vive en la pobreza extrema. En este caldo de cultivo, desde hace años se han desarrollado las maras. Hay un español que saca partido de la inseguridad que se vive en Honduras. Es un antiguo escolta en el País Vasco, formado en una academia militar de Israel, que lleva años en el país como asesor de seguridad. “Aquí hay un millón y medio de armas en circulación? Más de un millón son ilegales”, afirma este madrileño. Es instructor de la Policía Militar, un Cuerpo creado para evitar la corrupción policial: “Cuando llegué, me di cuenta de que es el paraíso de los delincuentes”. En el centro de San Pedro Sula, a las siete de la tarde, las calles están desiertas: “Si te bajas ahora, probablemente te atraquen. Primero disparan y después te roban. La vida aquí no tiene mucho valor”. - DNA
- Multimedia
- Servicios
- Participación