Si estamos viviendo una era dorada de la televisión gracias a las series, el productor y guionista Carlton Cuse es uno de sus artífices. Ahora se embarca junto a Guillermo del Toro en The Strain (apuesta estrella de Cuatro en 2015), pero aún es recordado por su trabajo en una serie ya emblemática como Perdidos.

“Creo que el éxito de Perdidos dio oportunidades para que los guionistas rompieran un montón de reglas de la televisión”, contó Cuse en un encuentro telefónico con la prensa. “Ahora se espera que puedas contar una historia compleja y profunda y, si lo haces bien, la gente la seguirá y se enganchará”.

Junto a Damon Lindelof y J.J. Abrams, Cuse fue una de las cabezas pensantes detrás de Perdidos, que escribió una de las páginas más brillantes de la reciente moda por las series de televisión. A tal punto llegó su importancia que incluso fue nombrado por Time en 2010 como una de las personas del año.

“Contar historias ambiguas de una manera intencionada” y hacer que las cadenas “no tengan miedo” a arriesgarse son algunos de los retos que ahora trata de aplicar también en The Strain, una serie de terror sobre vampiros que adapta la novela de Guillermo del Toro y Chuck Hogan.

Según el productor, The Strain no es solo “una serie de terror” sino que podría definirse como un “thriller con elementos de terror, muy entretenido y adictivo”.

Cuse explica que en la serie buscaron innovar en el género de vampiros, que suelen salir bajo máscaras “románticas” o “góticas”, y por ello quisieron “volver a las raíces” para mostrarlos como “criaturas peligrosas”.

“Creo que el terror es algo metafórico, conectado a nuestros miedos. Vivimos en un mundo que creo que es muy inestable: hay terrorismo, hay crisis económica, enfermedades...”, desarrolla Cuse, quien asegura que con el terror encontramos “una manera de expresar nuestros miedos a través de historias”.

El reto de llevar The Strain a la televisión no era sencillo ya que Del Toro siempre es muy prolijo a la hora de dotar a su universo de las criaturas más singulares y fantásticas posibles, y en este caso también son muy sangrientas y crueles. En este sentido, Cuse habló del mexicano como “uno de los mejores artistas visuales que trabajan en el cine”.

Tampoco se han marcado fronteras a la hora de mostrar la violencia en la serie. “Fuimos muy libres creativamente. Los estándares en la televisión de Estados Unidos son muy diferentes. En Europa está bien mostrar sexo pero la violencia está muy regulada. En EEUU es justamente lo contrario”, opinó.

Pero por muchas series que desarrolle y lance, todavía no puede librarse de las preguntas sobre Perdidos, que aún suscita interés, especialmente por su controvertido final. “Acepto el hecho de que nunca escribiríamos un final que todo el mundo aprobara. Había demasiados misterios en 121 episodios”, admitió Cuse, quien se defiende asegurando que contaron la historia que querían contar.

“No creo que vivamos en un mundo en el que las respuestas sean lo principal: creo que las preguntas son más importantes”, añadió aludiendo de nuevo a la ambigüedad. “Hace un año di una conferencia sobre Perdidos en Madrid, recuerda Cuse, y una persona me dijo: Me metí en mi cuarto, con una bolsa enorme de marihuana y vi la serie completa. ¡Fue lo más asombroso que he hecho. Me encantó que la gente se emocionara tanto con mi historia”.