Mentiría si dijera que siento arrepentimiento o un gran pesar, pero es evidente que no fue lo más acertado". Alfonso Rojo, el periodista que el sábado pasado llamó "gordita" a Ada Colau en La Sexta Noche sigue sin considerar justificada, pasados unos días de la polémica, su expulsión del plató. "Es parte del circo televisivo y me parece bastante exagerada", manifiesta el tertuliano, que ha sido apercibido por su actitud. "Hemos tomado medidas y este sábado se van a ver", anuncia Iñaki López, presentador del programa.

Rojo comparte que las descalificaciones restan credibilidad y peso a los argumentos de quien las profiere, pero él, sostiene, también se sintió atacado. "Sin dejar de lado que tras decir que no reconocía el país que describía Ada Colau, esta me pregunto dónde vivía y con quien me relaciono. Me parece curioso que medio país ande desaforado porque yo replicara que si entrábamos en el terreno personal me parecía bastante gordita para el hambre que se pasa. Es una activista que llama criminal en sede parlamentaria al secretario general de la AEB y considera normal calificar a un político de hijo de puta, ladrón y asesino a la puerta de su casa".

Trasladado el debate a la calle, las sospechas de que estos rifirrafes televisivos cuentan con el beneplácito de las cadenas se acrecientan. "Es muy probable que esos encontronazos sean alentados en muchos programas", admite el tertuliano, quien aclara que "no es el caso de La Sexta Noche", porque el propio Antonio García Ferreras le había pedido con anterioridad que tratase de ser comedido. "Dicho esto, pienso que un periodista no tiene ni debe hacer siempre lo que le conviene". Tras participar en espacios de distintas cadenas, Rojo asegura que a él nunca le han "instado a dar caña de forma concreta, aunque es evidente que las polémicas suben audiencia".

ofensas Algunos contertulios tienen tendencia a sazonar los debates con ofensas, pero Rojo no cree que en la televisión se estén perdiendo las formas. "La televisión no está perdiendo nada. Se trata de un medio que ha hecho mundialmente famoso a un pato llamado Donald, a un ratón llamado Micky y que da fama regularmente a personajes bastante variopintos, a los que no voy a citar para no herir sensibilidades. Durante 30 años me dediqué a cubrir guerras y desastres provocados por el ser humano en los cuatro rincones del planeta y eso sí me pareció periodismo. Los debates, por mucho que se adornen, suelen ser mucho más show business que periodismo. Hay excepciones y se me ocurren algunas como 24Horas de TVE, pero son eso... excepciones", concluye el periodista.

Más de de 92.000 personas han suscrito en Change.org una petición dirigida a La Sexta Noche para que dejen de contratar a Alfonso Rojo. "Que haya firmas o no no es determinante. Nosotros ya somos suficientemente mayores para identificar el error y ya se verá qué medidas hemos tomado", señala el presentador del espacio, Iñaki López, quien se vio "sorprendido" por la reacción del periodista y tardó en instarle a pedir disculpas. "Como pidió perdón de aquella manera y además estuvo un poco retador, al final le invitamos a salir. Hay que poner límites en la televisión y ese es uno. ¿Pudimos haber sido más rápidos? Sí, pero hemos analizado lo que ha ocurrido y hemos aprendido", asegura.

"Más que satisfecho" con los espectadores que le siguen, López dice que no necesitan azuzar para los tertulianos, a los que dan "libertad absoluta". "Nosotros no queremos ganar audiencia así. No queremos ser un programa bronco. Las faltas de respeto no están justificadas bajo ningún concepto y así se lo hemos hecho saber a Alfonso Rojo", subraya el presentador, que ha pedido disculpas personalmente a Ada Colau. "Nos interesa que sea un debate caliente, interesante y dinámico. No nos importa que haya acusaciones siempre y cuando se puedan demostrar o rebatir o tengan que ver con el tema que estamos tratando, pero las faltas de respeto, lógicamente, no las podemos contemplar", insiste.

directo Pasado el "disgusto", en la confianza de que "algo así no se vuelva a repetir", López trata de pasar página. "Tampoco queremos que un suceso de dos minutos tenga que ser un baldón que tengamos que tener encima mucho tiempo. Esto es televisión en directo, estas cosas pasan". Puesta bajo su lente académica la polémica protagonizada por Rojo, el profesor de Comunicación de la Universidad de Deusto Juan Pagola tiene una "sensación de pérdida de los papeles, de pocas formas y poco respeto a las personas que intervienen en las tertulias".

La televisión, según el docente, "es un medio en el que no podemos esperar que exista análisis con cierto criterio. Lo que sí que se busca es el espectáculo y que las cotas de audiencia suban. Es un círculo vicioso. A mayor polémica, más espectáculo; a más espectáculo, más audiencia; a más audiencia, más beneficios... Al final es lo que buscan las grandes empresas de comunicación que sostienen a las cadenas", destaca.

Sin ánimo de generalizar, señala que en algunas tertulias "se busca alentar el morbo, el enfrentamiento y las palabras gruesas. Sin que llegue la sangre al río, pero sí que se mantenga una cierta tensión televisiva. El espectador cada vez aguanta menos minutos en un canal y tiene otros entretenimientos: Internet, el móvil, la tablet. Hay miles de posibilidades que están eclipsando la idea antigua de la televisión y hay que mantenerle entretenido para que no se marche. Entonces, se alienta la polémica y esa tensión, que a veces resulta hasta desagradable, como ha sucedido en esta ocasión".