MADRID. Jesús Navarro, director de Operaciones de Domino's Pizza, abre el fuego en el estreno de este jueves a este grupo de empresas "especialmente atrevidas", como las ha calificado hoy en la presentación del programa el director de antena de La Sexta, Mario López.
Navarro ha cambiado su aspecto físico para trabajar una semana como repartidor de tienda y asistente de cocina, como el resto de los nueve jefes que compondrán esta temporada del programa, en el que participan otras empresas de restauración, como Lizarrán o Woggaboo, de mudanzas, como Grupo Amygo, o gimnasios, como Altafit.
También gigantes de la mensajería, como MRW, cuyo director general adjunto en España, Guillermo Pérez, ha trabajado en el reparto diario para descubrir "a las personas que hay detrás de los paquetes y que a veces no vemos", ha dicho hoy en la presentación del espacio.
Por su lado, Jesús Navarro conoce bien el trabajo desde abajo, porque comenzó hace 20 años repartiendo "pizzas", aunque ahora, con el pelo teñido de rubio y a las órdenes de un empleado, descubra, entre otras cosas, que sus repartidores se saltan los semáforos en rojo, en pos de la rapidez que se le supone al servicio.
Conocer de primera mano cómo funciona su empresa supone para el jefe de Domino's Pizza una oportunidad de "mejorar el negocio" y, aunque se pueda pensar que se da al público una imagen negativa en ciertos aspectos, compensa, porque "la transparencia es siempre una ventaja", ha asegurado.
Para Guillermo Pérez, este espacio mostrará que "las empresas no son perfectas" y mostrará a éstas que la información de abajo a arriba es una buena manera de mejorarlas.
Los jefes llegarán al límite y padecerán las dificultades de ciertas tareas que habían creído sencillas desde sus mesas, en un programa que tendrá "tensión, emoción y humor", ha explicado una de sus directoras, Julia Tapia.
"Es importante también conocer la parte personal de los trabajadores, porque al final todos tenemos familias y problemas parecidos. Cuando se habla, al final hay entendimiento", apunta el directivo de MRW, quien confiesa que lo que más le costó es adoptar "el tono coloquial" de la conversación del día a día en su empresa.
Al final de cada episodio, el jefe infiltrado llamará a sus incautos empleados, convencidos de que se estaba grabando otro tipo de programa en sus puestos de trabajo, para hacerles ver sus experiencias.
Llega el momento de tomar decisiones, basadas "en la experiencia de ver cómo otros hacen el trabajo que tú imaginabas", ha explicado Pérez; algunos empleados serán recompensados, pero en otros casos el jefe podrá imponer un castigo.
Este formato de éxito internacional ha sido adaptado para España por Eyeworks-Cuatro Cabezas ("Pesadilla en la cocina") y sigue la "hoja de ruta de La Sexta en su apertura hacia el entretenimiento y con la voluntad de seguir siendo transgresora e innovadora", ha explicado Mario López.