LOS gestores de las grandes cadenas en competición por la audiencia andan enloquecidos por acertar con las novedades que programan, en este momento importante de la carrera anual por él éxito y la primacía del consumo televisivo y así la factoría de ficción de José Manuel Lara pone en antena una nueva serie que ha arrancado con buen pie en la aceptación de los televidentes. Tras el arrollador éxito de El tiempo entre costuras, y el favor popular de la recién acabada temporada de Vivo cantando, los de Atresmedia van camino de apuntarse otra tanto en su particular pelea por ser los primeros frente a las huestes de Paolo Vasile, atrapado por viejas series como Aida o La que se avecina. Bienvenidos al Lolita, estrambótico y poco adecuado nombre para un cabaret, tiene toda la pinta de un producto diseñado y realizado para triunfar con tres pivotes actorales de buenos kilates. Beatriz Carvajal (Dolores Reina), Luis Valera (Don José Luis) y Natalia Verbeke (Violeta Reina) comandan un nutrido y joven elenco de actores y bailarinas que supieron enganchar con la audiencia en su primera cita semana, más de tres millones de seguidores. El cabaret recién abierto es un poliedro de situaciones, caracteres y vivencias trasladadas con inmediatez y ágil realización, capturando al espectador por cercanía, verosimilitud e interpretación sincera. Las interioridades del espectáculo siempre han llamado la atención de guionistas que nos han enseñado la parte oculta de un mundo rutilante y lujoso que en numerosas ocasiones traza historias de bajezas, envidias y trampas, más allá de las dentífricas sonrisas, esculturales cuerpos o boquitas pintadas que esconden espíritus ajados. La serie pretende entretener y seguirá la senda del texto ligero, directo, no dramático que nos acerque a la vida de estos personajes tras bambalinas.