Benidorm. La ciudad alicantina de Benidorm no solo es el lugar de veraneo para muchos británicos, sino que también se cuela en sus pantallas cada semana al servir de plató para dos más que exitosas series de televisión.

La más veterana es Benidorm, que llegó a las pantallas británicas en 2007, alcanzó a reunir a seis millones de espectadores en su sexta temporada y que confirmó su séptima entrega este año.

La serie es una comedia que explota el estereotipo de turista inglés que cada verano aprovecha sus vacaciones para acercarse al clima cálido de Benidorm, y se emite cada viernes en horario de máxima audiencia en el canal privado británico ITV.

El argumento se desarrolla en torno a un complejo hotelero ficticio -Solana Resort-, alrededor del cual giran unos personajes a los que les une el gusto por sacar el mayor provecho de su dinero y cuyo desconocimiento del castellano da pie a una relación curiosa con la población local.

En la ciudad, el mes pasado se presentaron 700 personas para ser extras en el programa y a las que no se les requería el conocimiento del inglés. Entre los personajes, destaca una anciana octogenaria, fumadora empedernida, de la que se enamora un hombre más joven, o la familia Garvey, que visita Benidorm con una hija adolescente embarazada. La serie ha promocionado la ciudad alicantina aún más en el Reino Unido, un lugar que ya visita uno de cada 20 veraneante británicos al año, según Paul Rodwell, cónsul en Alicante. La serie ha recibido también varios premios Bafta. La telerrealidad británica también ha encontrado en Benidorm el plató perfecto con Benidorm ER, un programa que, bajo el eslogan Sol, mar y cirugía, sigue las vidas del equipo sanitario y los pacientes del hospital Clínica Benidorm.

El programa muestra la atención médica que los veraneantes británicos precisan, desde el tratamiento a un joven inglés que acaba herido tras una fiesta, pasando por el ataque al corazón de un británico en la playa de la ciudad o cómo el hospital salva el dedo de una de veraneante irlandesa.

Además de la británica, la televisión belga también rodó en Benidorm su Benidorm Bastards, un programa de cámara oculta que mostraba a ancianos belgas gastando bromas a los veraneantes.