MADRID. "Tengo registros para lo que me echen, sinceramente, y podría dar cualquier tono a un programa", señala la actriz y presentadora ante un reducido grupo de periodistas en el plató de su nuevo programa, "¡Atención obras!", el magacín cultural de los viernes por la noche en La 2, que suma al cinematográfico "Versión española" y a la obra teatral "El malentendido", con la que viajará por España.
Guillén Cuervo, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y habitual articulista del diario El Mundo, solo pone un límite a sus apetencias profesionales: "Hay contenidos con los que no me sentiría cómoda, por ejemplo un magacín con mucho corazón no sabría como lidiarlo, aunque respeto mucho a los compañeros que lo hacen".
Por el momento, está metida de lleno en el reto de dar "agilidad e interés" a los contenidos de "!Atención obras!", un título que remite a que "la mente del ser humano está permanentemente en construcción, como las manifestaciones artísticas y culturales lo están también a la hora de manifestarse, de definir la conciencia, de provocar y de ayudarnos a reflexionar".
Afirma que el horario del nuevo contenedor cultural de la cadena pública (11.45 horas) está "pensado con la mejor voluntad", porque si se emitiese a las diez de la noche "la oferta de programación es tanta y tan variada que tal vez no nos dejaría sacar la cabeza".
Su pluriempleo televisivo no le impedirá seguir representando la obra teatral "El malentendido", de Albert Camus, un proyecto "muy personal", que inició con su padre, Fernando Guillén, fallecido el pasado 17 de enero, y del que se siente muy satisfecha porque a los cinco días de estrenar en Madrid había vendido todas las funciones.
"Fue idea de mi padre comprar los derechos de la obra, aunque no llegó al estreno, por eso ha sido tan bonito para mí que haya funcionado tan bien y con buenas críticas. Ha sido como decir: tenías razón papa", explica la actriz, que iniciará en Sevilla el 2 de mayo la gira nacional de "El malentendido", cumpliendo con la nueva norma de los Teatros nacionales de "mover los espectáculos".
"El malentendido" es una obra muy especial para la actriz y presentadora, porque su padre y su madre, Gemma Cuervo, la pusieron en escena para arrancar la andadura de su propia compañía, hace casi 45 años.
"Tiene mucho valor lo que aportó esa generación de actores a nuestra cultura en momentos en que la censura y la dictadura dejaba sin oxígeno cualquier movimiento", recordaba Guillén, instalada aún por la muerte de su padre, señala, "en una tristeza crónica con la que vas conviviendo".
Explica que eligió estudiar Periodismo porque quería escribir, y siguiendo los valores de estudio y esfuerzo que le transmitieron sus padres -"siempre nos inculcaron que teníamos que pasar por la facultad"- dice que el único truco para compaginar todos sus frentes es "trabajárselo", porque "el público es muy inteligente y sabe diferenciar las cosas que están bien preparadas".