Vitoria. Este parecía el año de Terra Nova, Pan Am o Alcatraz, pero estas tres series han completado la temporada a duras penas entre rumores de cancelación. De la primera ya se sabe oficialmente que no habrá una segunda entrega, de la segunda se supone extraoficialmente y el destino de la tercera podría no conocerse hasta los upfronts de mayo. Peor suerte han corrido otros proyectos de campanillas como El club Playboy, que solo llegó al tercer capítulo; o el remake de Los ángeles de Charlie, que tuvo siete episodios antes de ser fulminado. ¿Qué estrenos han obtenido una temporada completa y a estas alturas aspiran a una segunda? Pues precisamente los que llegaban sin padrinos de campanillas como Spielberg o Abrams, unos teóricos segundones como Revenge (estrenada en Telecinco el mes pasado) o Ringer, que formará tándem con ella desde el domingo en un doblete vespertino de culebrones de lujo que encantará a los amantes del género. La primera empezó a emitirse el 11 de enero en Fox, pero la segunda es un estreno absoluto: no se ha emitido en ninguna cadena de pago, lo que aumenta su audiencia potencial y la convierte en un caso insólito en nuestro panorama audiovisual.

Aunque ambas forman un bucle de secretos y traiciones, son bastante distintas: Revenge tiene más pretensiones, de hecho ha sido comparada insistentemente con El conde de Montecristo y empieza con una frase de Confucio: "Antes de embarcarte en un viaje de venganza, cava dos tumbas". Su protagonista es la joven actriz Emily VanCamp, pero quien se ha llevado los laureles es la veterana Madeleine Stowe en un papel de villana que hoy hubiera aceptado Jane Wyman como una actualización perfecta de Angela Chaning. La historia de una chica que regresa al lugar en donde vivió su infancia para ajustar cuentas con todas las personas que destruyeron a su familia años atrás juega con la doble identidad de la protagonista, mientras que en Ringer las protagonistas son dos de verdad, dos gemelas interpretadas por Sarah Michelle Gellar en su irrupción en las tramas adultas para librarse definitivamente de la sombra de Buffy, cazavampiros. Poco se puede revelar de su trama para no fastidiar las sorpresas que van surgiendo capítulo a capítulo como locas matrioshkas sin fin. Los guionistas han armado una estructura adictiva que engancha al espectador aunque solo sea para averiguar cómo van a salir de los charcos en los que se han metido. En Revenge los capítulos son más autoconclusivos y la protagonista va a venganza por entrega, siempre con un éxito del 100% que daña la verosimilitud. Ringer también es inverosímil, pero por la mala suerte de la que puede llamarse gemela pobre. En todo caso, dos culebrones para pasar el rato sin prejuicios. Solo pretenden entretener... y lo logran.