vitoria. El domingo 20 de febrero, en prime time, el primer canal de Euskal Telebista estrenará uno de los tesoros de ficción estadounidense que tiene en su poder: la serie Fringe. Joselu Blanco, Director de Programación de ETB, está convencido de que "va a tener una audiencia muy fiel", aunque es consciente de que "se trata de una serie de género y hay públicos a los que les costará más entrar". Convertida en un clásico desde su primera temporada -se estrenó en la Fox estadounidense en septiembre de 2008 y ya está en la tercera temporada-, nació avalada por el sello de J.J. Abrams (creador de Perdidos y Alias) y con el halo de sucesora de Expediente X.

Sus protagonistas son una hierática agente del FBI, un científico que ha estado recluido 17 años en una institución psiquiátrica y su hijo, que se ha desentendido de él y ha tenido algunos problemas con la ley. Sin actores famosos, con un guión difícil y un presupuesto modesto, Fringe se mueve entre la ciencia ficción y el género policíaco. La base de su estructura son episodios autoconclusivos con misterios científicos como eje, pero por debajo discurre un hilo conductor que no aparece en todos los capítulos pero que es la verdadera y alucinante trama.

Joselu Blanco asegura a DNA que la paternidad de J.J. Abrams solo fue "uno de los motivos" para que ETB se decidiera a adquirir la serie porque "la decisión se tomó cuando todavía no se había producido más que el episodio piloto". Sin embargo, reconoce que Abrams es, "junto con Jerry Bruckheimer, uno de los grandes de la televisión actual".

tres temporadas La intención de ETB "es encadenar las tres temporadas. Es la mejor estrategia para fidelizar a los seguidores de una serie. Domingo a domingo van a poder verla entera", desvela Blanco. Para engancharse a Fringe hay superar antes unas cuantas escenas repugnantes (rodadas con meritorios efectos especiales) y desterrar la idea de que se trata de una serie gore porque no lo es, aunque si se ven ciertas secuencias al azar los estómagos sensibles pueden salir huyendo. El Director de Programación de ETB cree que "su público potencial superará ese problema con facilidad".

Fringe es una serie que hace pensar sobre la ciencia, sobre cómo utilizan los gobiernos a los científicos y sobre el poder de las multinacionales. Como buena ficción, es sobre todo entretenimiento, pero nada vacuo. Quizás su mayor mérito es hacer creíble lo imposible, meter a sus fans dentro de historias que atentan contra las leyes conocidas de la Física, la Química o la Medicina... y que les encuentren lógica.

Su mezcla de conspiraciones, fenómenos sin explicación, enfrentamiento de agencias del Gobierno y una pareja que arrastra la famosa Tensión Sexual No Resuelta hicieron que desde el principio se hablara de la nueva Expediente X. Blanco resta importancia a la comparación y cree que "todas las historias son en algún punto herederas de otras anteriores y que en ficción de televisión ha llovido mucho desde Mulder y Scully". Otro de los puntos fuertes de Fringe son las breves apariciones de Leonard Nimoy, un mito para los espectadores de ciencia ficción de varias generaciones, sin olvidar las misteriosas cortinillas que tienen en vilo a los internautas, como una manzana partida con dos pequeños fetos en el centro, una mariposa con huesos en las alas o una mano con seis dedos.