vitoria. Ane Ibarzabal asegura con entusiasmo que le encanta su profesión, y lo hace cuando lleva casi un mes trabajando una media de trece horas diarias.
Lo suyo es grave, no sólo no está de vacaciones en agosto sino que trabaja el doble...
Pero estoy encantada.
Como el resto del año está al otro lado de la cámara, ¿ahora le ha cogido gusto?
La verdad es que sí... Me gusta muchísimo presentar, es lo que siempre he querido hacer. Disfruto contando historias, poniendo al día a la gente sobre lo que ocurre en el mundo y no tan lejos.
¿El "experimento" dura cuatro semanas. ¿Se le está haciendo largo o al revés, cortísimo?
Empezó el 26 de julio y termina este viernes, el 20 de agosto, ¡y me da una pena! Se me está haciendo corto.
¿Es la primera vez que se pone al frente de un informativo diario?
No, he presentado muchísimas veces en CNN+ durante cuatro años. Después me incorporé con Javier Ruiz al informativo de la noche de Cuatro. Estuve unos tres meses y volví a Redacción, a la sección de Sociedad.
¿Dudó o aceptó este encargo a la primera?
Las dudas ni se me pasaron por la cabeza. Sólo había una respuesta posible: sí.
¿Alguna mañana le entra el miedo de que sea un día sin noticias?
Nunca. Sólo hay que pararse y observar. La calle está llena de historias que merecen, que piden a gritos ser contadas.
¿Lo peor de la sequía informativa está por llegar?
De momento, cruzo los dedos, no hemos sufrido esa sequía. Siempre hay algo que decir.
En la Redacción darán las gracias a Michelle Obama y a Tomás Gómez, que tantos minutos han ayudado a llenar...
La verdad es que sí. Entre la batalla por Madrid y las compras de las Obama por Marbella no ha habido tiempo para el aburrimiento.
¿Le gusta presentar en pareja? ¿Había trabajado antes con Daniel Serrano?
Me gusta presentar tanto sola como en pareja. Es diferente. Con Daniel Serrano estoy muy a gusto. Ya nos conocíamos de antes. Habíamos coincidido en Redacción.
¿Qué edición se le hace más cuesta arriba: la del mediodía o la de noche?
La de la noche, por todo el cansancio acumulado del día. Pero hay que sacar fuerzas, poner buena cara y guardarse el cansancio. La gente que nos espera para que le demos las noticias se lo merece. Hay que trabajar duro siempre, aunque sólo haya un espectador detrás de la pantalla. Se lo merece.
¿A qué hora está llegando a la Redacción? ¿A qué hora se va?
Llego a las nueve de la mañana y me voy sobre las diez de la noche. Una paliza que merece y mucho la pena porque está siendo una experiencia increíble. No hay día que no aprenda algo nuevo de mis compañeros y eso no tiene precio.
¿Cuál es su horario habitual el resto del año?
Varía bastante. Depende de los reportajes, de muchas cosas. Pero prácticamente, tanto en invierno como en verano, en Redacción o presentando, vivo por y para esta profesión que tan buenos momentos me regala. También hay días duros, claro.
¿Qué les ha dicho a la familia y amigos: "no estoy hasta septiembre"?
¡¡¡Más o menos!!! (carcajada)
¿Ya ha tenido vacaciones o le toca esperar al mes que viene?
Todavía no. El viernes es ya mi último día y después desaparezco durante un mes.
¿Este año los jefes le darán el doble de días?
No creo...
¿Tiene ventajas quedarse trabajando en agosto? El aire acondicionado lo paga la empresa y casi no tiene tiempo de comer...
Trabajar en verano tiene muchas ventajas. Por ejemplo, hay menos gente y es un ambiente más familiar. Lo malo es que hay muchos menos medios.
Cuando vuelvan los presentadores titulares, ¿se va a sentir como Cenicienta?
Me voy a sentir, sobre todo, muy agradecida de que me hayan dado la oportunidad de sustituirles. Está siendo todo un lujazo que estoy intentando saborear al máximo.
¿Está contenta en el plató, le gusta más la calle o depende del calor que haga fuera?
Estoy contenta en el plató, en la calle... ¡me gusta todo, la verdad! En la calle conoces mucha gente, muchas historias, muchos lugares diferentes. En el plató, escribo una historia de principio a fin y la cuento con entusiasmo, involucrándome en cada noticia como si me tocara de cerca. Me encanta esta profesión. Me adapto a todo. Lo importante es que confíen en mi y yo procuro hacerlo con ganas, ilusión, de la mejor forma posible. Y me gusta que me hagan críticas constructivas, que me digan cuando no lo he hecho bien. Me gusta aprender de mis errores, que son muchos, por supuesto.
Como ha sido cocinera antes que fraile, ¿hace sugerencias a los compañeros de calle? ¿Piensa qué reportajes haría usted si pasara el verano al otro lado de la cámara?
Claro que lo pienso y procuro aportar mis ideas por si gustan y sirven para algo.
Con tantas horas ahí metida, ¿le da tiempo a espiar a la competencia?
¡Para eso siempre hay tiempo!
¿Viene con frecuencia a Euskadi?
Muchísimo. Este mes ha sido más complicado por los horarios, pero voy a pasar allí el verano así que...
¿Qué echa de menos?
Mi familia, el paisaje, la tranquilidad, la gente, la forma de vida... ¡¡¡TODO!!!