Después de Lady Di, ha sido Letizia Ortiz quien más boletos ha conseguido para el papel de prinzesa. Hay diferentes teorías sobre cómo una presentadora de informativos alcanzó a enamorar al prínzipe. Ahora les van a hacer una serie que se titulará Felipe y Letizía, una historia de amor. Ya ven que la originalidad no se estila en televisión. Una serie propia con toques históricos como lo hicieron con Suárez, lo están haciendo con Felipe González y suponemos que pronto le harán a Aznar y, si la crisis no lo fulmina del todo, le crearán a Zapatero. Lo fantástico de la serie de los príncipes es el parecido que han conseguido al elegir a Amaia Salamanca como Letizia. La protagonista de Sin tetas no hay paraíso parece la hermana gemela de su graciosa y periodista majestad. Con todo, hay algo tras la fotografía de ambas que no termina de convencer. No sé: es como si detrás de su cara algunos le notáramos a la princesa de la realidad un rictus, algo parecido a lo que podría ser un ramalazo republicano que la actriz no tiene. Vamos que puestos a elegir princesa Amaia Salamanca lo tiene todo incluso ese aspecto principesco que no se termina de barruntar en la otra. Aunque republicano, lo que se dice camuflado de republicano es el gesto de Jesús Vázquez quien asegura que su desnudo en Interviú es "hacer un acto de libertad". Dicen los de la revista que, de momento, no tienen intenciones de publicar nada. Vamos que esto de hacerse fotos en la edad en la que uno puede lucir palmito puede ser como un plan de pensiones o meter los ahorros debajo del ladrillo. Y es que hay muchas maneras de ahorro; el mismo Michael Jackson se ha convertido en todo un fondo con garantías. Sólo por el guante con cristales de Swarovski que Jackson llevó en su gira Victory Tour de 1984, han pagado 154.000 euros. Eso es aristocracia, lo demás tonterías.