Parece que La Rioja está de moda en la televisión. El éxito de la serie Gran reserva se ha consolidado porque consigue mantener al espectador enganchado a pesar de que su periodicidad es semanal. Eso sí, se apoyan en unos amplios resúmenes que emiten antes de cada capítulo ayudando a devolver la tensión al espectador desmemoriado y a enganchar a quien antes no supiera nada de la serie de los viñedos. Ya preparan una segunda parte de esa fórmula que siempre triunfa en televisión y que conjuga de manera tradicional, factores como la familia, el amor y la venganza. Nada nuevo, desde luego, si recordamos el Falcon Crest de Ángela Channing y compañía. Gran reserva es una apuesta de TVE que ha ido calando cada jueves apoyada en esa inmensa fortuna que obtiene el espectador de toparse con una serie que, como en La Señora o Águila Roja, podrá ver sin interrupciones publicitarias que le despisten o le obliguen a cambiar de canal para, quién sabe, si nunca más volver.
Por otra parte también ahora ha visitado la Rioja, Bob Waggoner. Digamos que es el Arguiñano de la televisión norteamericana pero, claro, multiplicada su audiencia por diez. El gastrónomo ha hecho uno de sus capítulos sobre La Rioja. Esta tierra ha sido el escenario de su programa llamado Great Chef Destinations y que la cadena PBS emitirá allá por el otoño. Dicen que el efecto llamada de este hombre es alucinante. Así que se espera para el futuro visitas de su público americano. Su secreto está en que su programa de televisión no cuenta con recetas complicadas. Más bien todo lo contrario. Sus consejos culinarios los puede seguir cualquiera. Además, por si no quedara claro, a sus programas son tan sencillos que les pasa como a los Simpson: se repiten una y otra vez sin que, menudo milagro, la audiencia se resienta.