A todos nos ha tocado alguna vez: una fiesta en la calle, un vecino o vecina con música a todo volumen o el tráfico en la calle que nos impide dormir por el ruido. Y, si encima es verano y se duerme con la ventana abierta, el efecto es aun mayor, pero la consecuencia la misma: el ruido no nos deja dormir.

La contaminación acústica es un problema ambiental cada vez más presente en las ciudades de todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), España es uno de los países más ruidosos del mundo

El ruido y su impacto en la salud del sueño

Cada vez más estudios relacionan de manera directa la contaminación acústica con un mayor riesgo de padecer ciertas patologías, entre las que se encuentran los trastornos del sueño. Sin ir más lejos, la Agencia Europea de Medio Ambiente señala que el ruido ambiental es responsable de aproximadamente 6,5 millones de casos de alteraciones graves del sueño en Europa. En España, la exposición a niveles de ruido superiores a 65 decibelios afecta a casi el 30% de la población. No solo dormimos menos, dormimos peor lo que tiene una serie de consecuencias a largo plazo. 

Según estudios epidemiológicos, se asocia una mala calidad del sueño con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (como hipertensión o accidentes cerebrovasculares), mentales (como estrés o ansiedad) o neurodegenerativas (relacionadas con demencia y Alzheimer).

La contaminación acústica a largo plazo puede provocar alteraciones del sueño y enfermedades crónicas.

Qué se considera ruido

Pero, ¿a qué llamamos ruido? Según la OMS, no hay una respuesta tajante. Depende del momento del día, del tipo de generador de ruido de que se trate y su duración.

Así, la recomendación es de 53 decibelios (dB) para tráfico de vehículos, durante el día y solo 45 por la noche. En el caso de trenes, el máximo recomendado es de 54 dB durante el día frente a los 44 de la noche

Si ya hablamos del sector del ocio (cine, locales nocturnos...), la OMS aconseja un máximo de 70 dB de media.

¿Y en casa? La recomendación es de 30 dB por la noche para poder conciliar bien el sueño.

Infografía del Ministerio de Transición Ecológica en el Día Internacional de Concienciación contra el Ruido Ministerio de Transición Ecológica

Cómo protegerte del ruido

Aunque la incidencia de la contaminación acústica puede variar mucho dependiendo de la localidad de residencia o incluso del barrio, hay ciertas medidas que podemos adoptar para reducirla.

La primera es mejorar el aislamiento acústico de las viviendas mediante ventanas de doble acristalamiento y materiales absorbentes de sonido puede reducir significativamente la entrada de ruido.

La falta de sueño tiene consecuencias físicas y mentales Cedida

Los tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido pueden ser útiles para minimizar la exposición al ruido durante la noche. Si bien podrían resultar incómodos y afectar a la ventilación normal de los oídos.

Evita poner electrodomésticos a horas intempestivas, especialmente si son muy ruidosos. 

Sin embargo, ¿qué hacemos cuando es el causante es un vecino, un local o el tráfico? 

Un compromiso de todos

La reducción del ruido parte del compromiso y respeto de todas las personas. 

Sin embargo, las reclamaciones más habituales suelen ser aquellas derivadas de conflictos con vecinos o con establecimientos.

Desde el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz recomiendan en un primer momento tratar de mediar con la persona para encontrar una resolución satisfactoria. Si falla una mediación directa, siempre se puede acudir a la comunidad o a la gestora de la comunidad que informará al vecino de su responsabilidad.

En caso de no llegar a una solución, se puede interponer una queja ante la Policía Local para ruidos ocasionales o en las Oficinas de Atención Ciudadana en caso de ser algo continuo.  

La falta de un sueño reparador tiene consecuencias para la salud a largo plazo. Pero también es un elemento sobre el que podemos ejercer cierto control procurando no superar los niveles recomendados por la OMS. De nosotros depende que el ruido no nos quite el sueño.