Cuando se decide realizar una reforma son varias las razones que la propician. Las obras relacionadas con la compraventa de una casa de segunda mano son muy habituales cuando se quiere revalorizar el precio de una vivienda, pero también se pueden realizar obras en la vivienda habitual o en la segunda vivienda para paliar alguna carencia, por adaptarla a las necesidades familiares o por razones estéticas. Sea cual fuere la razón que motiva la puesta en marcha de una obra, a la hora de hacerla hay que decidir si se hace por partes o de manera integral. Una reforma general implica reformar la casa por completo, o al menos la mayoría de las estancias, y nos permite optimizar el espacio, la iluminación y cambiar por completo la estética de la vivienda. Por contra, una reforma parcial nos permite reformar zonas concretas.

Para tomar la decisión sobre qué tipo de obra realizar es importante asegurarse de qué es lo que realmente se quiere y se necesita en ese momento de la vida y valorar diferentes aspectos:

¿Cuál es el estado de la vivienda? No es lo mismo que a tu vivienda le haga falta una modificación del suelo, una mano de pintura, mejorar el aislamiento o unos cambios de ventanas, que un cambio en las instalaciones, muebles o incluso en la distribución general de esta para mejorar su funcionalidad. Hay que planificar lo que necesitas cambiar y lo que no y hacer una lista una lista con las mejoras que piensas que le convendría a tu vivienda para identificar si necesitas una reforma integral o parcial.

Urgencia de la reforma: no es lo mismo cambiar una instalación eléctrica antigua o de fontanería, o calefacción que da problemas, que renovar el baño por completo porque los modelos de sanitarios que venían con el piso o la casa ya no están de moda o no te gustan. Empieza siempre por los cambios que sean más necesarios, no por aquellos que más te gustaría abordar en este momento. Prioriza la renovación de instalaciones sobre los cambios estéticos y pide asesoramiento sobre la forma más inteligente de acometer la obra. 

Presupuesto: hay que tenerlo siempre en cuenta y va a determinar el tipo de obra que vamos a realizar. Hay personas que optan por ir haciendo los cambios poco a poco según van teniendo presupuesto y otras que ahorran para hacerlos todo a la vez, porque consideran que, cuanto mayor sea el volumen de obra, tendrán más ahorro; y, además, tendrán menos molestias al realizarla.

Se opte por la reforma integral o por partes siempre habrá un elemento común que jamás debe olvidarse: contar con un permiso de obra ajustado a las acciones que se vayan a realizar. En Vitoria-Gasteiz, por ejemplo, hace falta una licencia de obra mayor cuando se realizan nuevas edificaciones o una rehabilitación integral: uso residencial (vivienda unifamiliar, bifamiliar y colectiva), uso productivo (industrial, talleres y almacenes, y agropecuarios), uso terciario (oficinas, comercial, hotelero y establecimiento público recreativo) y también para una reforma parcial de edificios (refuerzos estructurales, cubierta, fachada...), reforma o acondicionamiento de locales, reforma de portales (instalación de ascensor, supresión de barreras arquitectónicas), derribos, e instalaciones. Por el contrario, la licencia de obra menor se tramitará en los siguientes casos: obras de sencilla técnica que no afecten a elementos estructurales, ocupaciones de vía pública (andamios, vallas, grúas, etc.), vallado de fincas y rótulos. Algunas obras menores se consideran de escasa entidad y se tramitan mediante la Declaración responsable de obras de escasa entidad.

Trabajos más habituales

Aunque no existen dos reformas de vivienda iguales, existen trabajos que son más habituales, bien sea porque aportan comodidad a un hogar, porque adaptan espacios o por otras muchas razones. Además, entre todas las reformas que se pueden realizar, hay algunas que se realizan con más frecuencia que otras. 

Uno de los trabajos más habituales es cambiar el suelo de casa. DNA

  • Cambiar la bañera por una ducha: Favorece la utilidad de una vivienda, ya que el plato de ducha es mucho más fácil de utilizar que la bañera y también permite ganar espacio, algo fundamental en baños pequeños.
  • Quitar el gotelé es también muy común. El gotelé permitía camuflar las imperfecciones de la pared y por eso se utilizó durante mucho tiempo, sin embargo, en la actualidad existen herramientas y métodos de alisado que permiten que prescindir de él.
  • Trabajos de pintura: paredes, puertas y rodapiés son los elementos que más se modifican. Esta es una de las reformas más agradecidas que existe por su sencillez y por los resultados que consigue. Es capaz de actualizar la imagen de la vivienda e incluso de cambiar su estilo por completo.
  • Suelo: en la actualidad existen todo tipo de materiales adaptados a diferentes usos y características, es importante elegir el mejor material y contar con una empresa instaladora profesional y con experiencia.
  • Renovación de ventanas: las ventanas tienden a presentar defectos con el paso del tiempo, lo que implica que habrá una mayor pérdida energética y que será más difícil mantener la vivienda fresca en verano y caliente en invierno. 
  • Rehabilitación de fachadas: No todas las reformas se llevan a cabo en el interior de la vivienda. También hay algunas que se realizan en el exterior y que tienen gran importancia, como la rehabilitación de fachadas, que mejora las características de la edificación y para evita posibles problemas en el futuro.
  • Reforma portales: La reforma de este tipo de espacios muchas veces se hace necesaria por diversos motivos: porque el portal esté muy viejo, porque necesite nuevas dimensiones, porque se busque facilitar la accesibilidad o porque queremos mejorar la estética del espacio. Reforma de cocinas: es una de las estancias más castigadas de la casa y la que tarde o temprano requiere una actualización.

Con la ayuda de profesionales

Hay personas que deciden reformar su casa de manera autónoma debido, principalmente, al desembolso económico que supone la obra y porque cuentan con capacidades para hacerlo. Sin embargo, existen infinidad de factores que un no profesional pasa por alto al ejecutar una reforma y eso se paga con dinero y con tiempo. Por este motivo se recurre a profesionales del sector: interioristas, decoradores/as, coordinadores/as de gremios, aparejadores y profesionales de la arquitectura, contratistas, o profesionales en función de la naturaleza de la obra a realizar: albañilería, fontanería, electricidad, escayolistas o pintores/as, entre otros.

Los plazos, los permisos y ceñirse a los presupuestos son aspectos que habrá que tener en cuenta cuando se formalice una relación con cualquiera de las personas que van a ayudarnos a conseguir la reforma parcial o total del espacio que deseemos.