La palabra IKI proviene del japonés y en entornos samuráis sirve para definir a una persona original, calmada y sofisticada, pero sin llegar a ser complicada ni arrogante. En manos de Nagore Armentia ha servido para dar nombre al centro de medicina estética que ha puesto en marcha con Elvira, con quien compartió trabajo en una multinacional de esta rama de la medicina. “Es un espacio pensado y diseñado al detalle para ofrecer atención personalizada, cuidar los detalles y dedicar tiempo para hacer una valoración, un diagnóstico y un tratamiento personalizado acorde a lo que necesite cada persona”, resalta.

"Las personas que apuestan por la medicina estética ponen en nuestras manos algo de mucho valor, su cara y su cuerpo, y hay que responder con cercanía y profesionalidad"

Siempre le interesó el mundo de la estética y todo lo que tuviese que ver con el cuidado de la piel y se le nota su implicación cuando habla de su nuevo proyecto. “En este tipo de negocios lo que ofreces es tu cara y tu cuerpo, por lo que tienes que tener mucha confianza en tus profesionales. Hacia ahí apuntamos nosotras y nos estamos haciendo nuestro hueco”, explica.

Nagore Armentia, Clínica Estética IKI.jpg / Pilar Barco Pilar Barco

Sabe que en la actualidad cada vez más personas buscan mejorar su imagen, de anteriores experiencias conoce “los errores que hay que obviar” y se mantiene a la última en lo que concierte a su sector. “La medicina estética ha dado un pasos muy importantes en los últimos años y es un sector que ha evolucionado muchísimo. Es fundamental estar a la última y en constante formación porque este mundo avanza muy rápido. Por eso creemos que nuestra clientela necesita tratamientos de última generación y nuevas técnicas para satisfacer sus necesidades”, finaliza.

Trayectoria

Estudió Nutrición y Dietética y Enfermería. Trabajó en una multinacional especializada en medicina estética donde conoció a Elvira.

2021

En diciembre de 2021, tras muchos cafés y conversaciones, el sueño de Nagore y Elvira abrió sus puertas en la calle San Antonio 2.

Futuro

"Me gustaría jubilarme aquí”, dice Nagore que aspira a que IKI cubra las necesidades de las personas en Vitoria y alrededores.