Cuando en el colegio hacía espectáculos de fin de curso, por su cabeza ya pasaba la idea de salir en la tele y, a medida que fue tomando parte en más eventos de ese tipo, fue sabiendo que “lo que realmente me gustaban eran los escenarios”. Por eso, en cuanto supo que en Vitoria-Gasteiz había una escuela de teatro, no dudó en apuntarse y compaginarlo con sus estudios de la ESO, Bachiller e Integración Social y decantarse por formarse como profesional en Bilbao arrinconando aquella idea de estudiar Periodismo que alguna vez pasó por su cabeza.
"En Euskadi si montas un espectáculo tienes ayudas para sacarlo adelante, pero hay falta de oportunidades en cuanto a castings y, si no tienes representante, es más complicado todavía"
Silvia Silumsadisa reconoce que hoy en día es complicado vivir de este trabajo, pero su labor como profesora en la escuela en la que aprendió le permite no tener que trabajar en otra cosa que no sea su pasión y seguir formándose. “Hay que hacerlo constantemente, no solo para no perder lo que has aprendido, sino para ganar más matices y facultades”, explica. “Ahora estudio canto y estoy ampliando mi formación con piano, porque también vienen bien los conceptos musicales”, enumera esta hija de padre congoleño y madre bilbaína que reside en Vitoria-Gasteiz y trabaja en Barakaldo.
Defiende que “una persona no puede ser actriz si no sabe controlar el tema del teatro. Puedes ser muy buena en televisión y en teatro no serlo, pero es muy complicado que seas buena en teatro y en televisión no lo seas” y espera “la oportunidad perfecta de la que tirar y poder hacer giras” viviendo de lo que más le gusta. Mientras eso sucede, ha puesto en marcha Torre de brujas, escrita y dirigida por Irati Herreros, que también actúa junto a ella.
