Unir pasión y profesión no es tarea fácil y Naia Espinosa lo ha conseguido emprendiendo para revolucionar el secado de los neoprenos que tantas veces usa. Estudiaba ADE en Vitoria-Gasteiz cuando detectó una necesidad que acabaría convirtiéndose en su forma de vida. Apasionada surfista, se dio cuenta de que “los métodos empleados para lavar y secar los trajes de neopreno son propios de otra época” y, junto con Juanjo Torres, ideó un proyecto para “mejorar la experiencia de los/as clientes y el servicio que ofrecen las empresas”. Así nació Dryfing, “un sistema ecológico para el secado rápido, limpieza y desinfección de los neoprenos tras la práctica deportiva”, explica orgullosa.

"Desarrollando el proyecto he tenido el mejor máster que podía tener. He pasado del plano teórico a hablar con inversores, hacer un plan financiero o vídeos para marketing y lo estoy disfrutando"

Con su idea ganó el concurso Explorer del Banco Santander, lo que les permitió participar en un programa de formación en Silicon Valley. Desde entonces también han ganado un challenge para tener una colaboración tecnológica con el CERN (Suiza) y han cerrado una ronda de inversión de 400.000 euros, que han destinado al prototipo y fabricación de sus primeras unidades.

Ver comercializada su idea está cada vez más cerca, pero ha sido un proceso largo. “Comenzamos con esto hace cuatro años, pero hasta hace uno no se ha convertido en nuestra forma de vida”, explica. “Después de comprobar que a nivel técnico era viable, necesitábamos una ingeniería que realizara el prototipo de nuestra máquina. Se unió como socia y partner Tecnotooling y para enero lo tendrá listo”, añade mientras señala que han completado el equipo con una persona de marketing comercial para impulsar la distribución porque “la idea es que para abril podamos empezar a vender nuestro producto”.

Naia Espinosa, cofundadora de Dryfing. Pilar Barco

TRAYECTORIA

2018. Gana el Premio Explorer Araba con Dryfing y viajó hasta Silicon Valley y comenzó a dar los primeros pasos para conseguir que su idea se hiciera realidad.

2020. Triunfa en el CERN Challenge, dotado con 40.000 euros y asesoramiento de BIC Araba.

FUTURO

2023. En 2023 comenzará la comercialización de su máquina, espera internacionalizarla pronto y sueña con que algún día llegue a Australia.