Las casas inteligentes ya no son cosas de películas de ciencia ficción. Son una realidad que ha venido para quedarse y que cada año avanza imparable. Los dispositivos conectados son un concepto cada vez más conocido: desde móviles, ordenadores, coches o sensores hasta productos que se encuentran en los hogares, como interruptores, electrodomésticos o sistemas de clima. Cuando introducimos todos ellos nuestras casas y los conectamos entre sí, obtenemos funcionalidades increíbles que mejoran nuestra calidad de vida y nos facilitan gran parte de las tareas rutinarias de nuestro hogar.
Son varios los estudios que indican que el mercado de las smart homes (hogares inteligentes o digitales) continuará su crecimiento. Según la firma de investigación de mercados Valuates en los próximos cinco años alcanzará los 102.961 millones de euros en 2027 y en España se espera un crecimiento para 2024 de hasta un 300% en el mercado de las soluciones y dispositivos inteligentes para el hogar.
La tecnología en el hogar busca manejar la información en favor de las personas usuarias, logrando, por ejemplo, conocer el clima, las noticias más relevantes o poner música mientras, por ejemplo, te tomas una ducha. Por si esto fuera poco, hoy en día es habitual controlar aparatos a distancia interactuando con dispositivos móviles para ejecutar órdenes. Las posibilidades de comunicación con el exterior, la intercomunicación dentro de la vivienda y la limpieza automática, son una mejora increíble en la calidad de vida de las personas. El mercado no para de evolucionar y se está desarrollando en varias direcciones, aunque los avances más destacados se dan en los siguientes campos.
- Aire acondicionado/calefacción: Acondicionadores de aire y termostatos o calderas que se pueden regular a distancia o a través de una app.
- Confort: Centralización de persianas que se cierran con una sola tecla, bienvenida programada en función de las necesidades (luz cocina encendida, persianas al 50% y música en el baño, por ejemplo).
- Electrodomésticos: Encender y apagar lavavajillas, lavadoras y microondas a distancia, a través de una aplicación o con tu voz.
- Iluminación: Encendido y apagado, ajuste de la sombra o la intensidad mediante la aplicación o la voz.
- Seguridad: sistemas de videovigilancia y videoportero con posibilidad de acceder a las imágenes a distancia desde televisores o smartphones inteligentes, simuladores de presencia y cerraduras que envían alarmas en caso de intrusión.
- Parlantes inteligentes: Dispositivos controlados por voz que reciben información, por ejemplo, sobre el tiempo o el tráfico, y dan órdenes, para ajustar las luces o la temperatura.
Beneficios de una smart home
Entre los múltiples beneficios que encontramos en una casa inteligente tenemos la comodidad, la eficiencia energética, la adaptabilidad, la seguridad y el ahorro. Poder automatizar y controlar nuestros aparatos a distancia nos permite tener un mayor control de lo que gastamos.
Los electrodomésticos inteligentes suelen ser de bajo consumo, por lo que, si contamos con ellos, el gasto de energía será menor y eso se traducirá en un menor gasto económico. Al utilizar la tecnología para eficientizar el consumo, se logra una optimización de los recursos, utilizando la energía estrictamente necesaria para realizar cada tarea. Apagar luces cuando ya no sean necesarias y saber el consumo exacto de cada sector del hogar y cuáles son los factores que lo aumentan, por ejemplo, facilitan el control del gasto. En función del nivel de integración tecnológica, se pueden disminuir los costos por consumo de energía en un 20% en iluminación, entre el 10 y el 15% en calefacción y un 15% en refrigeración.