El delantero Rafa Mir, actualmente jugador del Elche CF, se encuentra formalmente imputado en un procedimiento judicial por una presunta agresión sexual con violencia. Este jueves, fuentes judiciales han confirmado que la jueza a cargo del caso ha dictado que siga el proceso penal.
El proceso tiene su origen en una denuncia presentada por una joven en septiembre de 2024 que alegaba haber sido víctima de una agresión sexual en el domicilio del futbolista.
En el marco de la instrucción, se han adoptadron medidas cautelares y Rafa Mir, que entonces jugaba como cedido en el Valencia, quedó en libertad con cargos tras declarar, con retirada temporal de pasaporte y obligación de comparecer periódicamente ante el juzgado.
El delantero y su amigo Pablo Jara fueron detenidos el 1 de septiembre de 2024 después de que dos mujeres denunciaran haber sido objeto de una agresión sexual en la casa de Mir en la urbanización de Torre en Conill (Bétera), a las que los cuatro acudieron en la madrugada del domingo tras haberse conocido en una discoteca.
El domingo por la mañana una patrulla de la policía local de Bétera acudió a la puerta de la casa de Mir alertada por un vecino al oír gritos y ver a las dos chicas desorientadas y en la calle.
La Policía detuvo a Mir y a Jara tras la denuncia que presentaron las dos jóvenes, que aseguraron que se trasladaron a casa del futbolista después de que se conocieron en una discoteca, y que Mir agredió sexualmente a una de ellas y que Jara había realizado tocamientos y agredido a la otra tras negarse a tener relaciones sexuales con él.
Ambas mujeres aseguraron que, tras esos hechos, y después de conseguir zafarse de los futbolistas, estos les echaron de la casa en ropa interior y les tiraron el resto de sus vestimentas por encima de la valla. Fue en ese momento cuando un vecino se percató de la escena y llamó a la policía.
Las jóvenes se trasladaron a un centro hospitalario y posteriormente presentaron la denuncia que llevó a las dos detenciones, la de Rafa Mir y la de Pablo Jara, jugador entonces del Alcantarilla.
Mir, que pasó dos noches detenido en el cuartel de la Guardia Civil. El abogado del futbolista aseguró entonces que "sin duda" las relaciones sexuales que mantuvo su cliente con una de las mujeres fueron consentidas. Mir se ratificó en esa idea en su declaración y su abogado no se opuso al establecimiento de medidas cautelares, una vez se ratificó su puesta en libertad.

Ahora Rafa Mir ha sido procesado por delito de agresión sexual con uso de la violencia. La instructora entiende que, de las diligencias practicadas durante la instrucción de la causa, existen indicios y no meras sospechas que apuntan a que Mir, que entonces jugaba cedido por el Sevilla en el Valencia, agredió sexualmente en dos ocasiones a una de las dos mujeres a las que él, Jara y otro amigo, habían conocido previamente en una discoteca de Valencia.
En el auto se cita a declarar al actual delantero del Elche, cedido por el Sevilla, para el próximo 13 de octubre y se le impone una fianza de 13.500 euros. La jueza considera que hay algo más que meros indicios, según adelanta Las Provincias.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 1 de septiembre de 2024 en el domicilio de Mir en una urbanización de Bétera (Valencia), concretamente en la piscina y en un cuarto de baño.
La juez también aprecia indicios de comisión de un delito de agresión sexual sin acceso carnal y de un delito leve de lesiones por parte de Jara, respecto a una segunda mujer.
Denuncia por cánticos contra Mir
Antes de que se conociera la imputación formal de Mir, el caso volvía a la actualidad el pasado domingo durante el partido entre el Deportivo Alavés y el Elche, disputado en el estadio de Mendizorroza. Parte de la afición babazorra dirigió cánticos contra Rafa Mir con la acusación explícita de “violador”.
Los gritos de “Rafa Mir, violador” se produjeron en varios momentos del encuentro. El colegiado dirigió un aviso al coordinador de seguridad y al delegado de campo, además de solicitar que cesaran los insultos mediante el megafonía. Tras ese parón de apenas unos minutos y el aviso oficial, los cánticos dejaron de escucharse.
LaLiga ha presentado una denuncia formal ante el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y ante la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, para que se actúe contra este tipo de cánticos ofensivos en los estadios.
El Alavés, por su parte, también emitió un comunicado condenando los insultos. El club aclaró que los cánticos vinieron únicamente de una zona concreta del estadio, mientras que el resto de los espectadores mantuvo un comportamiento “adecuado”.
Un episodio ha generado debate entre quienes apoyan la protesta de la afición como una forma de ejercer presión moral ante acusaciones graves y, por otro, quienes advierten que los cánticos suponen un linchamiento mediático que viola el derecho a la presunción de inocencia.
Situaciones similares se han dado en algunos estadios con jugadores como el madridista Raúl Asencio, acusado de dos delitos contra la intimidad tras compartir supuestamente un vídeo de contenido sexual de dos chicas de 16 y 18 años.
Apenas tres días después del posicionamiento de parte de la afición albiazul en contra de Rafa Mir por su presuntos actos llega la imputación formal de la jueza del juzgado de instrucción número 8 de Llíria.