Nikos Rogkavopoulos (Atenas, 2001) fue uno de los pocos jugadores que despuntaron en el Baskonia en la pasada temporada 2024-25. El alero griego dio un paso al frente en todas las facetas del juego, mejoró físicamente y fue uno de los principales anotadores del equipo. Los 9,7 puntos, 3,9 rebotes y 9,6 créditos que promedió el pasado curso le abrieron la puerta a su regreso a Grecia, concretamente a uno de los clubes más poderosos de la Euroliga como es el Panathinaikos. Como explica a este periódico antes de su regreso al Buesa Arena el jueves, le resultó duro tomar la decisión de salir de un club en el que fue feliz, aunque la oportunidad fue irrechazable. Eso sí, confía en que el baskonismo lo comprenda.

¿Qué tal le están yendo las cosas en su nuevo equipo? 

De momento todo va bien. Estoy de vuelta en casa y juego en un club para el que es fundamental ganar todos los títulos. La competencia es enorme, con una plantilla muy talentosa y profunda. También es una gran oportunidad ser entrenado por un técnico tan bueno como Ergin Ataman, que lleva mucho tiempo ganándolo todo. Es un ganador. Ahora estoy intentando adaptarme, aprendiendo y mejorando cada partido y cada entrenamiento. 

¿Cómo vivió el verano? Imagino que no se lo pensó con la oportunidad de regresar a casa con un club de este nivel... 

Mire, yo amo al Baskonia. El Baskonia me lo dio todo y lo que tengo ahora es gracias a ellos, estoy muy agradecido. Fueron quienes me dieron la gran oportunidad de competir en la Euroliga a este nivel. Tengo recuerdos increíbles y amigos en Vitoria, pero tenía que tomar esta decisión. Creo que era el momento adecuado. Sí, era una oferta muy seria y no pude rechazarla.

¿Cree que los aficionados del Baskonia lo entienden?

Creo que sí, creo que pueden entender que a veces en la vida hay que tomar este tipo de decisiones. No es fácil, pero al mismo tiempo creo que si estuvieran en mi lugar habrían hecho lo mismo. Sé que me quieren, yo también los quiero y estoy muy agradecido por todos los recuerdos que me deja mi etapa en Vitoria. Desgraciadamente, creo que podríamos haber ganado algo más durante mis años allí y se me queda ese mal sabor de boca. En cualquier caso, nunca se sabe lo que nos pude deparar la vida en el futuro... 

¿Qué cree que le han aportado sus dos temporadas en Vitoria? 

Me quedo con el concepto de Carácter Baskonia, porque para mí jugar con Carácter Baskonia significa jugar con corazón, jugar cada posesión con gran esfuerzo como si fuera la última, y así es como intento aplicar estas palabras a mi juego. También aprendí que con paciencia, esfuerzo y trabajando duro cada día se pueden lograr muchas cosas y construirse un hueco dentro de un equipo. Empecé ocupando un puesto muy bajo en la rotación del Baskonia y con trabajo me convertí en un jugador importante, útil y con un rol muy valioso.

¿Tiene ganas de regresar al Buesa Arena el jueves?

Desde luego, tengo muchísimas ganas de volver a ver a los aficionados del Baskonia, de disfrutar de ese increíble ambiente y de volver a juntarme con mis amigos y mis antiguos compañeros. Por desgracia, seremos rivales durante 40 minutos, pero lo único que puedo decir es que le deseo al Baskonia todo lo mejor. A mis amigos y a mis excompañeros, que estén sanos, que sigan siendo los chicos increíbles que son, que sigan luchando y que sigan mejorando. También les deseo mucha suerte y todo lo mejor al nuevo entrenador y a la nueva secretaría técnica. Creo que tienen un núcleo joven muy bueno que, con tiempo y paciencia, puede lograr grandes cosas.

“Siempre estaré agradecido al Baskonia, me lo dio todo; ojalá hubiéramos logrado mejores resultados”

¿Hay algún compañero al que tiene ganas de ver en especial? 

Realmente a todos los jugadores con los que coincidí el año pasado, son todos grandes amigos míos: Tim, Markus, Khalifa, Tadas, Luka, Trent, también el preparador físico Hugo... Todos. Tuvimos una química increíble y, la verdad, me sentía muy extraño y no asimilé mi marcha hasta que sucedió, pero es increíble poder volver a verlos.

¿Qué clase de partido espera este jueves? ¿Qué va a necesitar hacer el Panathinaikos para ganar?

Espero un partido en el que vamos a tener que correr mucho. Tenemos que igualar el ritmo del Baskonia. Corren muy bien la cancha, anotan muchos puntos y si queremos tener opciones de ganar, vamos a necesitar igualar ese ritmo. Creo que somos un muy buen equipo, podemos controlar el partido si somos inteligentes y no perdemos la cabeza durante todo el encuentro y creo que ahí va a estar la clave para volver a Atenas con la victoria.

“Creo que en Vitoria valoraron que representara el ‘Carácter Baskonia’ de la mejor manera posible; significa jugar con corazón”

En una plantilla con tantas estrellas va a tener más difícil contar con minutos. ¿Le preocupa? 

No, no me preocupa. Sabía a dónde venía. Siempre que tenga la oportunidad de jugar y de contribuir, lo intentaré, como siempre lo he hecho. Estoy listo para competir y dar el 100% cuando sea necesario y sí, sé que este equipo está hecho para ganarlo todo y que el nivel de mis compañeros es altísimo. Cada partido es totalmente diferente y el entrenador no puede utilizar a todos los jugadores. Está claro que no es un equipo cualquiera de la Euroliga y creo que todos los jugadores que están aquí podrían se titulares en cualquier otro lugar. La competencia será dura y los minutos estarán caros, pero eso ya lo sabía cuando firmé.

¿Cómo es tener a Ergin Ataman como entrenador? Parece un tipo peculiar...

Es un entrenador que espera que rindas cada minuto y, por supuesto, cuenta con muchos recursos en su plantilla, así que si no rindes, probablemente otro ocupará tu lugar, eso es algo con lo que hay que convivir. Aparte de eso, juega un baloncesto sencillo, su sistema es muy simple, te pide dos cosas sencillas y si las haces bien, tendrás tus oportunidades. Si no, no las tendrás. A mí me gustan las cosas simples y directas, así que me gusta como entrenador. Te empuja a jugar duro dándolo todo y te motiva para estar cada día en tu mejor versión.

“Le deseo lo mejor al equipo, con tiempo y paciencia pueden lograr grandes cosas”

¿Cómo fue su relación con Pablo Laso la pasada temporada? Recibió más de una bronca... 

Mi relación con Pablo es fantástica. Me enseñó muchísimas cosas a lo largo del año y creo que sacó lo mejor de mí. Mi mejor baloncesto lo he jugado con Pablo Laso como entrenador y creo que a lo largo del año nuestra relación fue mejorando cada vez más y al final le cogí mucho cariño. Le estoy muy agradecido, le debo mucho. Él me ayudó a dar el siguiente paso, me enseñó muchas cosas y también demostró ser una persona increíble. Puedes expresar tus sentimientos, puedes hablar con él si no te sientes bien, está cerca de ti, te entiende... Es una figura increíble, un ganador. Me dio muchas oportunidades y le estoy muy agradecido. No sé si estará en el Buesa Arena en el siguiente partido, pero me alegraría mucho de verlo.

¿Le queda la sensación de que la pasada temporada pudo ser mejor? 

Sí. Perdimos muchos partidos ajustados. Si no me equivoco, siete u ocho encuentros se nos escaparon por uno o dos puntos y sufrimos tres o cuatro derrotas sobre la bocina en la Euroliga. Si hubiéramos tenido un poco más de suerte y hubiéramos sido un poco más cautelosos en algunos momentos importantes, creo que habríamos llegado al play off de la Euroliga. En la ACB el calendario fue muy difícil, pero sí, podríamos haberlo hecho mejor. En general, creo que los pequeños detalles fueron los que faltaron el año pasado para que tuviéramos éxito y lamentablemente no logramos grandes cosas.

La pasada temporada fue uno de los jugadores más queridos en la grada. ¿Sintió ese cariño?

Sí, por supuesto que sentí ese cariño, y es el mismo cariño que yo siento por ellos. Es amor y respeto mutuo. Creo que valoraron que siempre diera todo lo que tenía y que representara el Carácter Baskonia de la mejor manera posible, jugando duro cada partido y dándolo todo por el Baskonia y por mis compañeros. Ojalá hubiéramos tenido mejores recuerdos de victorias, pero, como decía, estoy muy agradecido de que siempre hayan estado ahí, apoyándonos y apoyándome a mí. En los días difíciles y en los fáciles, siempre estuvieron ahí, así que sólo puedo decir gracias y que os quiero, afición.