El director del Instituto Gogora de la Memoria, Alberto Alonso, ha afirmado que una paz sostenible exige "evitar la simplificación del relato del pasado" y trasladar a quien no vivió la violencia, como en el caso de Euskadi, que "solo se pudo volver a convivir con una cierta tranquilidad cuando se fue capaz de asumir por todos que los márgenes son el Estado de Derecho y las normas básicas de la convivencia".
Alonso ha expresado estas ideas durante su intervención en una de las mesas redondas organizadas durante la primera jornada del evento "Un Grito por la Paz, el Fin de las Guerras y el Respeto a la Legalidad Internacional", organizado por UNAOC, que tiene lugar en Gernika hasta este sábado.
En concreto, Alonso ha sido uno de los participantes en la mesa dedicada a analizar el papel de la sociedad civil como catalizadora de una Paz sostenible.
"MEMORIA RETORCIDA Y MANIPULADA"
Tras afirmar que en la sociedad vasca "duele mucho" esa simplificación, ha alertado contra los relatos alejados del rigor histórico y que se parecen más a los mitos y las leyendas que a la historia, porque esos mitos "generan una memoria retorcida y manipulada".
A su entender defender esa visión desde intereses políticos puede llevar a una memoria capaz de justificar la violencia, como puede ser el caso del terrorismo o la violencia policial ilícita fuera de los marcos del Estado de Derecho.
Es por ello, ha proseguido, que para instituciones como Gogora y otras con su mismo perfil, "es muy importante velar por la construcción de un relato basado y comprometido en la ciudadanía del presente y la ciudadanía del futuro, alejado de los mitos y de las leyendas y de las medias verdades, que, repetidas muchas veces, se convierten en una gran mentira".
Por ello, de cara a consolidar una paz sostenible, el objetivo debe ser hacer llegar esa visión del pasado "de forma prioritaria" a la juventud y a quienes no lo vivieron, para "con honradez y sinceridad" y, también "dotarles de las herramientas para construir una memoria crítica y reflexiva y explicarles cuánto ha costado lograr el Estado de Derecho y convivir como es debido entre nosotros".
Para Alonso, hay que hacerles llegar esa idea "con el respeto suficiente para que ellos y ellas construyan su propio relato de la memoria, su propia visión del pasado porque tienen su propio derecho a construir su propia memoria pero en el rigor absoluto".
Para el director de Gogora, "es necesario explicar a las nuevas generaciones los márgenes en los que se tienen que mover a través de las experiencias del pasado y que el margen de trabajo que tenemos los demócratas es el Estado de derecho y que fuera del estado de derecho solamente están los delincuentes", ha subrayado.
En su opinión, una paz sostenible requiere explicar que "fuera de las normas que nos hemos dotado como ciudadanía para convivir, solamente hay dolor y sufrimiento" y que, lograr hacer llegar ese mensaje, es, en su opinión, "una de las mejores aportaciones que puede realizar al futuro la sociedad vasca".
En este punto, y en el contexto geopolítico actual, Alonso ha advertido que la división de la sociedad llega "por dejarse llevar por mensajes de odio que no generan más que fractura social" y ha defendido que hay que insistir en que "la prioridad, lo más importante, es la convivencia, el respeto al derecho a la diferencia".
FUNDACIÓN DE INVESTIGACIÓN PARA LA PAZ
A su vez, la presidenta de la Fundación de investigación para la Paz, Carmen Magallón, organismo que pertenece a la Asociación Española de Investigación para la Paz, ha recordado que en esta fundación están el Gobierno y las Cortes de Aragón, la sociedad civil, la Compañía de Jesús pero, también los militares.
En ese sentido, ha asegurado que, en un momento como el actual, en el que "estamos en shock por la tendencia militarista que está tomando el mundo y determinados discursos, hay que defender que ser antimilitarista no es ser antimilitares".
En ese sentido, ha subrayado que "el militarismo es una ideología que elige la fuerza y las armas para abordar los conflictos pero que los militares son una profesión que están en las instituciones de defensa del país y, por tanto trabajando por una paz sostenible".
Por ello, ha asegurado que una de las ideas en favor de esa paz sostenible es decidir "cómo trabajar para que el mal, digamos el militarismo, no lo ocupe todo", como ocurre en la actualidad, donde muchos discursos actuales en los medios están a favor del rearme y de gastar más en armamento".
En este punto, Magallón ha afirmado que una de las cosas que puede hacer la sociedad civil es "contrarrestar ese discurso" y "deslegitimar la idea de que las armas son necesarias porque, si solo predomina ese discurso, se caerá en lo que en educación se define como profecía autocumplida".
En el caso actual, esto significa que, precisamente, en aquellos periodos en los que hay un aumento del gasto de armamentos es cuando las situaciones de riesgo pueden acabar en un conflicto bélico porque, ha añadido, "a quien tiene un martillo, el mundo le parece un clavo".
Por último, Magallón ha pedido visibilizar las voces de paz aunque sean minoría y trabajar con el legados histórico de los constructores de paz, al tiempo que ha instado a poner en valor lo positivo de esa paz desde la educación y las instituciones locales".
Tras afirmar que "la sociedad civil puede desmontar los discursos del odio" ha puesto de ejemplo la labor realizada en Euskadi para "deslegitimar en las mentes el hecho de que la violencia sirve para lograr objetivos".
En este sentido, ha considerado que, para esa paz sostenible, hay que apostar por una sociedad civil organizada que vaya de la mano de las instituciones y de Naciones Unidas, porque "ese es el modo para que emerja lo positivo que hay en el mundo y generar esperanza en nuestros jóvenes y en nosotros mismos".