El palacio Villa Suso de Vitoria desplegó ayer una alfombra morada, de forma literal, para acoger el emotivo acto que el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi (Kooperatiben Kotseilua) y la Confederación de Cooperativas de Euskadi (Konfekoop) organizaron en la víspera del 8 de marzo, día internacional de las mujeres. Un evento “imprescindible” que empezó a hacerse en 2019, en plena pandemia, como recordaron sus impulsoras, Rosa Lavín (presidenta de Konfekoop) y Belén Balerdi (secretaria general de Kooperatiben Kotseilua), a modo de “reivindicación, reflexión y compromiso”. Un día, en definitiva, para reconocer el “esfuerzo, trabajo y dedicación” de todas esas féminas, que gracias a su labor en el cooperativismo vasco, han ayudado a crear “sociedades más justas, solidarias y equitativas”.
En este 2025, que además es el año internacional de las cooperativas, su reconocimiento puso el foco en 76 directoras y presidentas de 58 cooperativas, por “su trabajo y compromiso, fundamentales, para el desarrollo y fortalecimiento de este modelo en Euskadi”.
Su reconocimiento puso el foco en 76 directoras y presidentas de 58 cooperativas
"Club de hombres"
Y dos, en concreto, fueron los nombres protagonistas de esa jornada: los de Rosa Carabel, directora general de Eroski y vicepresidenta de Mondragon, y Ainhoa Lasa, presidenta de Emun. En el caso de la primera, nada más poner un pie en el escenario, recordó cómo ese día, lejos de ser una celebración, sigue siendo de reivindicación: “Quiero empezar esta intervención comentando una experiencia reciente, que creo que nos puede poner en situación. En noviembre tuve el privilegio de presidir un congreso CEDE (Confederación Española de Directivos y de Ejecutivos) que se celebraba en Galicia. No era la primera vez que lo presidía una mujer, pero sí la primera en que lo hacía una cooperativista y, por tanto, me hizo mucha ilusión”.
Sin embargo, al día siguiente, “en redes sociales, hablando de mi discurso, dijeron que yo misma me ponía de ejemplo, al dirigir una cooperativa en la que el 67% somos mujeres. Estuve a punto de denunciarla al club de hombres, por marginar al varón en su cooperativa”. “Con esto, quiero decir -concluyó Carabel- que queda mucho por hacer”.
Por eso mismo, Carabel, el resto de su intervención se centró en el liderazgo construido en Mondragon “desde el esfuerzo, compromiso y convicción que las empresas y organizaciones pueden y deben de ser espacios de igualdad, participación y desarrollo para todas las personas. Tenemos en nuestro ADN el impulso de un modelo más justo y sostenible”.
Las empresas y organizaciones pueden y deben de ser espacios de igualdad, participación y desarrollo para todas las personas
En el caso de la segunda homenajeada, recalcó que “en Emun el liderazgo es mujer”.
Y lo mismo hicieron Saioa Arando, coordinadora del área de Conocimiento de Personas en Cooperación de la Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea, y Carmen Marcuello, catedrática en el departamento de Dirección y Organización de Empresas de la Universidad de Zaragoza cada vez que se subían al escenario para presentar este homenaje. Si bien, una de las frases de estas hijas de cooperativistas lo dijo todo: “Sabemos que el éxito de una, es el de todas”.
El broche de oro a este evento lo puso la maga venezolona Dana Díaz, que hizo llorar y reír a partes iguales, con varios espectáculos en los que, ya fuera con cartas o cuerdas, resaltó la importancia de tomar decisiones a la hora de construir una sociedad más igualitaria y cómo el destino de cada una “está en vuestras manos”.