La consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico del Gobierno vasco, Nerea Melgosa, ha defendido este martes que, en el contexto de transición social y demográfica actual, "con una sociedad cada vez más diversa y también atendiendo a la edad, es necesario impulsar actividades intergeneracionales". "Es clave generar nuevas oportunidades y beneficios mutuos, impulsando actividades desde la cooperación de personas de distintas generaciones y en todas las áreas", ha resaltado.

Melgosa ha hecho estas declaraciones en su intervención durante el encuentro sobre el enfoque intergeneracional en las políticas sociales que ha organizado en Vitoria-Gasteiz el Observatorio Vasco de Servicios Sociales-Behatuz.

El encuentro ha contado con Krzystof Balon, del Comité Económico y Social Europeo, y con Mariano Sánchez, director de la Cátedra Macrosad de Estudios Intergeneracionales de la Universidad de Granada, entre otros ponentes.

Evolución social

La consejera ha señalado que "el contexto de transición social y demográfica refuerza la tendencia a que las etapas vitales se prolonguen y aparezcan nuevas etapas o subetapas, como la de las personas jóvenes adultas o la de las personas mayores autónomas, con las que se ha comenzado a diseñar políticas".

"Estas transformaciones constituyen una piedra angular para impulsar los proyectos de vida de las personas, en todas sus dimensiones, y asegurar el ejercicio de los derechos a lo largo de la vida y al margen de la edad", ha resaltado.

En este sentido, ha defendido que en el contexto de transición social y demográfica actual, "con una sociedad cada vez más diversa y también atendiendo a la edad, "es necesario impulsar actividades intergeneracionales". "Es clave generar nuevas oportunidades y beneficios mutuos, impulsando actividades desde la cooperación de personas de distintas generaciones y en todas las áreas", ha resaltado.

Políticas de cuidados

Para la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, "más allá de las actividades intergeneracionales, es fundamental igualmente impulsar las políticas de curso vital, como las políticas de cuidados, salud o aprendizaje a lo largo de la vida" y junto con ellas, "las políticas centradas en las diversas etapas de la vida desarrolladas con continuidad, coherencia y atención a los tránsitos".

"Todo ello sin obviar que las políticas deben orientarse a impulsar la igualdad de oportunidades y la cohesión social, teniendo presentes además de la edad, el género, el origen, la discapacidad u otros factores de desigualdad", ha defendido.

Melgosa ha afirmado que desde el Departamento que dirige se impulsan actividades en las que participan personas de distintas generaciones y, también, actividades diseñadas para que "interactúen en beneficio mutuo".

Además, ha recordado que el Gobierno vasco impulsa políticas "de curso vital, como la política de cuidados, y políticas centradas en la edad de las personas destinatarias". "Unas y otras constituyen políticas transversales", ha indicado.   

Adoptar políticas de curso vital

Para Melgosa, "los cuidados, entendidos como apoyos para la vida autónoma y la plena inclusión de las personas, son uno de los ámbitos en los que más clara resulta la necesidad de adoptar políticas de curso vital".

"Adoptar un enfoque de curso vital en los cuidados requiere diseñar los cuidados sociales con continuidad, ajustándolos a la evolución de las necesidades y capacidades a lo largo de la vida, promoviendo también la autonomía y el autocuidado en todas las etapas; implica también diseñarlos de forma distinta si las situaciones que afrontan las personas y familias durante un largo período de tiempo, incluso desde el nacimiento o adaptarlos al medio comunitario y residencial", ha subrayado.

La consejera también se ha referido a los objetivos relacionados con la cohesión y la solidaridad intergeneracional, ya que ha defendido que "además de las actividades intergeneracionales y del impulso de políticas de curso vital, adoptar un enfoque intergeneracional en las políticas remite también al ejercicio de los derechos de ciudadanía, al margen de la edad, y al reconocimiento de los derechos de las generaciones futuras".

"El enfoque intergeneracional tiene, por tanto, una dimensión de solidaridad orgánica, basada en una creciente interdependencia, acentuada en sociedades cada vez más globales, abiertas, diversas y complejas, que reclama el compromiso de todos los sectores", ha concluido.