Euskadi se muere de sueño porque un millón de vascos no pega ojo y tiene problemas para dormir.

De hecho, el 46% de la población sufre algún tipo de trastorno del sueño, que en el caso de las mujeres se debe principalmente al insomnio y en el caso de los hombres, obedece a la apnea obstructiva del sueño. Son datos facilitados por el Departamento de Salud con motivo del día Mundial del Autocuidado, que se celebra cada año el 24 de julio.

Despertarse con la sensación de no haber descansado nada, sin energía, o acabar la jornada totalmente reventado es el día a día de gran cantidad de ciudadanos. Por ello, desde Osakidetza se incide en la importancia del descanso y el sueño de calidad como aspectos esenciales para la salud y el bienestar.

Aproximadamente un tercio de nuestra vida nos lo pasamos durmiendo, es decir, que si se viven en torno a 80 años, 27 años se dedican a dormir. “De ahí que sea determinante hacerlo adecuadamente y que el sueño sea reparador, para restablecer el equilibrio físico y psicológico”, se subraya.

El insomnio afecta fundamentalmente a las mujeres. Consiste en una pérdida en la calidad o cantidad de sueño que ocurre al menos tres veces por semana y que va acompañado de algún síntoma o consecuencia diurna, ya sea somnolencia, cansancio o irritabilidad.

INSOMNIO CRÓNICO SI DURA MÁS DE TRES MESES

Se estima que entre un 10% y un 15% de la población adulta padece insomnio crónico (aquel que dura más de tres meses) y que entre un 25% y un 35% ha sufrido un insomnio ocasional o transitorio en situaciones estresantes.

Porque no solo se duerme el mínimo de horas recomendado, sino que cada vez se dan más casos de insomnio crónico entre los jóvenes. Y eso que la privación del sueño impide la fijación de los recuerdos, la limpieza del cerebro y acelera el deterioro cognitivo.

No es un problema menor. Las personas que sufren insomnio tienen más probabilidades de sufrir depresión o ansiedad y también ven cómo su memoria, su desempeño en el trabajo, su juicio o su líbido se ven afectados.

A MÁS DESCANSO, MEJOR SALUD

La apnea, trastorno más frecuente en los hombres, es una enfermedad en la cual la vía aérea superior se cierra durante el sueño, impidiendo que el aire pase por la garganta y llegue al pulmón. Estas personas presentan, entre otros síntomas, ronquidos, pausas de la respiración de al menos diez segundos (apneas) y somnolencia excesiva por el día. El riesgo de padecerla aumenta con la edad, sobre todo, entre los cincuenta y setenta años.

La enfermera Andrea de Sayas Gallo, especialista en salud mental, recuerda que “es fundamental concienciar a toda la sociedad de la importancia de cuidar el sueño y el descanso, puesto que ayuda a fortalecer y cultivar la salud mental, física y emocional, fomentando la prevención de cualquier tipo de enfermedad o malestar mental o físico”.

De hecho, remarca que “tener hábitos saludables en lo que respecta al descanso ayuda a reducir el riesgo de problemas de salud, como diabetes y enfermedades del corazón; disminuye el estrés y mejora el estado de ánimo; ayuda a pensar con más claridad y desempeñarse mejor en el trabajo, contribuye a mejorar la toma de decisiones; libera hormonas sexuales o del crecimiento, especialmente importantes en la infancia y adolescencia; y favorece el mantenimiento de un peso saludable”. 

MEDIDAS PARA DORMIR BIEN

Osakidetza, a través de su portal Osasun Eskola, pone a disposición de las ciudadanos información relativa al cuidado de la salud y, proporciona una pautas sobre el sueño.

En este sentido, Andrea de Sayas Gallo invita a adoptar medidas para mejorar el descanso, que se pueden incluir en la rutina diaria.

Por ejemplo, intentar acostarse y levantarse todos los días a la misma hora, realizar ejercicio físico con regularidad o evitar el consumo de tabaco, alcohol y/o bebidas estimulantes, así como comidas copiosas y líquidos al menos 3 horas antes de acostarse, y evitar utilizar dispositivos electrónicos antes de dormir. l