Actualmente desde las instituciones públicas se busca trabajar en dos líneas con el fin de acotar zonas saludables en las ciudades a nivel de contaminación atmosférica y también zonas tranquilas respecto a la contaminación acústica.
Son muchas las urbes que han adoptado medidas para mejorar la calidad del aire así como el ambiente sonoro. No obstante, hay otros elementos que pueden tener una incidencia mayor dentro de la contaminación acústica, como es el caso del estado del pavimento. Así lo explica el director general de AAC Centro de Acústica Aplicada, Alberto Bañuelos durante esta entrevista en el Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido.
En el proyecto HANDIA tratan de unir las tres variables fundamentales en ruido urbano: movilidad o tráfico, la contaminación atmosférica y la contaminación acústica
Llevan dos años trabajando junto a otras dos empresas, Leber y Sercontrol dentro del clúster de Aclima, en el proyecto de 'Movilidad saludable: contaminaciones atmosférica y acústica. HANDIA (Health-Air-Noise-Data-Integrated Assessment)’. En él tratan de unir las tres variables fundamentales en ruido urbano: movilidad o tráfico, la contaminación atmosférica y la contaminación acústica. “Todas ellas están muy interrelacionadas y pocas veces se miden conjuntamente. Con esto logramos ir a un mayor detalle en la valoración y a tener en cuenta los datos de las variables que a veces van en un sentido pero a veces no”.
Y es que tal como relata el ingeniero, “el ruido que predomina en las calles urbanas es el de rodadura. Aunque haya más coches eléctricos, siguen rodando por encima del pavimento, por lo que el efecto de la velocidad es importante”. El mantenimiento del pavimento y su estado de desgaste hace que vaya incrementando el nivel de ruido con el paso de vehículos y automóviles. Por ello, resalta Bañuelos, “una vez que se ha bajado la velocidad dentro de las ciudades, y agotadas estas posibilidades, hay que ir a las siguientes y el pavimento es uno de estos factores que hay que tener en cuenta”.
Por ello, desde AAC incorporan en este estudio el estado del pavimento en una ciudad ya que puede tener una incidencia mayor de bajar de 50 Km/ha 30 km/h o que se reduzca el tráfico a la mitad. “Son aspectos que están un poco olvidados, pero cuando llegas después de hacer mapas de ruido durant 10 años eso es lo que marca la diferencia”, afirma el director general de AAC.
“Ahora lo que tratamos de ver es si hemos mejorado respecto a hace 5 años que es lo que marca la legislación”
Handia Plan (2024-2025) contempla la previsión de escenarios futuros como referencia necesaria para la toma de decisiones efectiva para minimizar los efectos en la salud de los efectos de los planes de movilidad sostenible y las zonas de bajas emisiones sobre la calidad del aire y el ambiente sonoro de las zonas urbanas. “Ahora lo que tratamos de ver es si hemos mejorado respecto a hace 5 años que es lo que marca la legislación”, concluye Bañuelos.
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