La Audiencia de Barcelona ha condenado a cuatro años y medio de prisión al futbolista brasileño Dani Alves por agredir sexualmente a una joven en un lavabo de la discoteca 'Sutton' el 30 de diciembre de 2022. La Fiscalía había reclamado una condena de 9 años de cárcel para Alves y la acusación particular reclamaba 12. 

El tribunal ha comunicado la sentencia este jueves a todas las partes de la causa y al propio jugador, que ha sido trasladado de prisión para recibir la sentencia donde permanece ingresado desde enero de 2023. A lo largo de este poco más de un año, Dani Alves ha caído en numerosas contradicciones mientras que la víctima ha mantenido desde el principio la misma versión de los hechos.

El futbolista ha ofrecido hasta cuatro versiones distintas de lo ocurrido en la discoteca Sutton que iba cambiando a medida que la investigación avanzaba y se aportaban nuevas pruebas de ADN o de las grabaciones de las cámaras de seguridad del local.

En su primera versión cuando el caso se hizo público, el brasileño dijo que ni siquiera conocía a la víctima. Dani Alves negó los hechos y aseguró que cuando fue al baño del reservado estaba ocupado, presuntamente por la víctima, y que simplemente se marchó.

"No pasó nada"

En una segunda declaración varios días después, las grabaciones que muestran como Alves permaneció en el baño por un espacio de quince minutos obligan al futbolista a cambiar de versión. Entonces reconoce que estuvo con la víctima, pero niega que sucediera algo entre ellos.

Reconoce que hubo sexo oral

En febrero de 2023, Dani Alves vuelve a cambiar de versión, y reconoce haber mantenido sexo oral con la denunciante. Se ve obligado a ello, después de que los Mossos encontraran semen del futbolista en los baños. Afirma que la felación fue consentida.

Sexo consentido

Dos meses después en abril de 2023, el ahora condenado no tiene más remedio que reconocer que mantuvo sexo con penetración con la víctima. El futbolista insiste en que la relación fue consentida después de que se confirme mediante pruebas de ADN que en la vagina de la denunciante había semen del brasileño.

Estado de embriaguez

La de las relaciones sexuales consentidas con la víctima es la versión que Dani Alves mantuvo en su declaración durante el juicio, pero hizo hincapié en que había bebido mucho aquella noche y estaba ebrio, lo que de tenerse en cuenta sería un atenuante de su pena. El relato del brasileño apunta a que bailó con la joven en el reservado de la discoteca Sutton y que después fue la víctima quien propuso ir al baño. Una vez allí, y en contra de la versión de la víctima, el futbolista afirma que practicaron sexo consentido y que en ningún momento la denunciante hizo señas o verbalizo que quería parar las relaciones sexuales.