Euskadi espera el pico de gripe para la próxima semana ya que tradicionalmente suele tocar techo hacia mediados de enero, es decir, después de Reyes. Y es que la curva epidemiológica sigue al alza propiciada por la interacción social de las festividades navideñas. La oleada de virus respiratorios ha arreciado en diciembre, y pocas familias se salvan de tener algún afectado entre sus filas porque circula gripe, covid, y virus sincitial (VRS). Sin embargo, desde Osakidetza se reconoce que, pese a que se está produciendo una subida del “número de hospitalizaciones”, no existe saturación de los servicios asistenciales. “En el caso de ser necesario, tenemos planes de contingencia para garantizar mayores necesidades de atención”, afirma la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.

Es lo que se ha dado en llamar tripledemia que hizo acto de presencia el año pasado y que esta Navidad vuelve a repetirse. La pasada temporada, por estas fechas, la tripledemia –la coincidencia de gripe, covid y VRS– azotó con virulencia. La causa, entonces, se achacó a que la población había tenido muy poca exposición natural a los patógenos durante la pandemia. Ademas, las medidas de contención, como las mascarillas, evitaron que este tipo de infecciones golpearan tan fuerte.

El puente, momento delicado

Pero es un hecho que todos los inviernos las infecciones respiratorias agudas, lo que se conoce como IRA, generan grandes aglomeraciones en los servicios sanitarios. En este tipo e enfermedades destacan, además del covid, el virus respiratorio sincitial en los menores, y los virus de la influenza y los adenovirus en los adultos.

Ya durante el Puente de la Inmaculada se vivió un momento delicado en algunos hospitales vascos que registraron una notable congestión. La consejera Sagardui señaló que “se había adelantado un poco a las previsiones que tenían”. No obstante, aseguró que eran “problemas puntuales” y manifestó que la situación en los centros de salud y en los hospitales “permitía poder tratar adecuadamente a todas las personas”.

Osakidetza también detectó un fuerte incremento de casos en la semana previa a Nochebuena donde continuó aumentando la transmisión de la gripe. Y también subió la incidencia del SARS-Cov-2 mientras descendían los diagnósticos de bronquiolitis y las detecciones del VRS. La tasa de IRA (infección respiratoria aguda) en la Red de Atención Primaria era de casi 600 casos por 100.000 habitantes. Lejos de las cifras detectadas en otras comunidades que han rebasado la barrera de los mil casos.

La evolución de los datos ha sido llamativa. Los primeros días del mes de diciembre todas las comunidades autónomas se movían en una horquilla que oscilaba entre los 200 y los 800 casos, pero en ningún momento se superaba el tope de los 1.000. Sin embargo, en cuestión de días el impacto de la gripe, el coronavirus y el VRS ha hecho de las suyas. Y, según el informe de la semana 51 (del 18 al 24 de diciembre) del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (Sivira), la tasa de infecciones era de 908 casos por 100.000 habitantes, frente a los 806 de la semana anterior. El mayor aumento correspondía a la gripe (25% de tasa de positividad), casi el doble que el covid (13,6%).

Ser precavido

Joan Carles March, médico, y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, pone de manifiesto que actualmente hay algo más de un 30% de incremento de contagios. “Pero enero, sobre todo la segunda o tercer semana, suele ser la clásica época con mayor incremento de casos”. Sobre el colapso de los servicios asistenciales, asegura que “tenemos una Atención Primaria muy saturada y eso genera que la gente acuda a las urgencias hospitalarias. Se ha incrementado el número de casos pero es lo normal en estas fechas, con frío, mucho contacto social, e interacción entre familiares y amigos. Por eso el contagio es mayor”. También destaca otro elemento. “Lo que más ha aumentado es la gripe A, no el covid. El resto de infecciones respiratorias siguen la misma línea”.

Este experto asegura que los virus juegan a desplazarse unos a otros. “Tenemos más gripe que covid porque el virus de la influenza tiene más potencia en estos momentos. Durante la pandemia, por ejemplo, ese espacio lo había conquistado el coronavirus”, afirma.

A su juicio, es indispensable la vigilancia por parte de las autoridades, y resulta vital adoptar medidas de precaución por parte de la población. “La clave es la prevención. Si estamos con una gripe A o con covid hay que usar mascarillas y lavarse mucho manos”, sentencia.