La preocupación de los vascos por el funcionamiento de los servicios de salud ya ha llegado al Ararteko que ha puesto de relieve que en Euskadi se presentaron el año pasado 307 quejas relativas a Osakidetza, lo que supone un incremento del 220% respecto del año 2020.

Ante la inquietud generada, el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, asegura que entiende la “preocupación” por la calidad de la asistencia sanitaria, aunque la atribuye al impacto del covid en el sistema sanitario. Por eso, señala que “resulta lógico y comprensible” que las encuestas e informes muestren un incremento de la “exigencia ciudadana” respecto al funcionamiento del Servicio Vasco de Salud.

Zupiria subraya, sin embargo, que el Ejecutivo tiene el “compromiso” de seguir trabajando para que Osakidetza recupere cuanto antes “sus ritmos normales de funcionamiento”. Y es que el equipo de la oficina de la Defensoría del Pueblo ya ha mantenido una reunión con la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, para analizar la delicada situación.

La memoria del Ararteko evidencia que un 12% del total de las quejas están referidas al ámbito sanitario con un notable incremento que pone de manifiesto la “tensión” que vive el sistema. Por todo ello, el Ararteko no descarta que pueda emitir una “recomendación general” sobre el funcionamiento de Osakidetza que dé “pistas” por dónde deberían ir las mejoras, aunque admitió que el Departamento de Salud es “muy consciente” de la situación. “Reconoce los problemas y está buscando soluciones, algunas de las cuales ya están adoptando como recuperar la atención presencial en Primaria”, señaló Lezertua.

MÁS ATENCIÓN PRESENCIAL

En esta línea, Zupiria recuerda que, durante la primera parte de 2022, seguía vigente la obligatoriedad del uso de mascarillas, y que los accesos a centros de salud y hospitales seguían estando “limitados” por la persistencia de la pandemia declarada en 2020, y que “aún no ha finalizado”. 

El portavoz reitera que la crisis sanitaria ha “condicionado” de forma significativa el funcionamiento del sistema de salud. En este sentido, destaca que se está tratando de que las intervenciones o citas sanitarias suspendidas o retrasadas, se puedan reprogramar a la mayor brevedad”. ”Existe el compromiso de hacer frente a todas las dificultades que nos estamos encontrando”, manifiesta.  

El Ararteko critica, asimismo, que persisten problemas relacionados con pacientes con patologías duales y en salud mental de los jóvenes, por ejemplo, y recordó que existe un “problema subyacente” como es la escasez de profesionales sanitarios.

La pandemia, a su juicio “no ha hecho sino agravar una situación generada por una escasa planificación de las necesidades futuras de las especialidades de medicina de familia y pediatría, de falta de reconocimiento de este nivel asistencial, y del progresivo envejecimiento de la población y el consecuente aumento de las enfermedades crónicas”.

UN SISTEMA 'SUPERADO'

'Ante estas consideraciones, Zupiria admite que el sistema se ha visto sobrepasado. Después de tres años de pandemia en los que los servicios de salud “se han esforzado en ofrecer una atención de calidad en todo momento”, en ocasiones se han visto “superados” por una situación totalmente “inesperada”.

No obstante, el consejero asevera que el presupuesto y los planes de inversión del Ejecutivo evidencian su compromiso por “hacer todo lo posible” para que Osakidetza “recupere sus ritmos normales de funcionamiento”.  

Entre las medidas propuestas por el Ararteko para reconducir la situación, se asegura que, si es preciso, se han de fijar incentivos profesionales, administrativos y económicos con el objeto de facilitar la cobertura de plazas de difícil acceso y para fomentar la permanencia en las mismas por parte del personal sanitario y asistencial.

“Dicho sistema sanitario debe garantizar el acceso a la atención médica primaria, a la atención continuada, a la atención especializada y a la atención a la salud mental en tiempos razonables y de forma adecuada, tanto en el medio urbano como en el rural”, se recoge en el informe.