Una madre ha sido condenada en Melilla a 22 años de prisión por prostituir a su hija de 12 años discapacitada intelectual, según la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a la que ha tenido acceso Europa Press. Un amigo de la mujer, que era la persona que abusaba sexualmente de la menor con el consentimiento de la madre a cambio de entre 25 y 30 euros en cada ocasión, ha sido penado por su parte a 17 años de cárcel.

El TSJA, que ha confirmado la sentencia inicialmente dictada por la Audiencia Provincial de Melilla, recoge que la menor nacida el 8 de marzo de 2008 --en la actualidad tiene 15 años-- "presenta discapacidad intelectual que ha sido calificada como leve", había ingresado en el centro asistencial "Gota de Leche" en marzo de 2019 y pasó posteriormente a otro centro de acogida.

"En ambos casos, su madre, disponía de un régimen de visitas, de manera que podía sacar a la menor del respectivo centro unas horas al día los viernes, sábados y domingos".

En fechas no determinadas, pero en todo caso durante el tiempo en que la menor residió en el centro asistencial "Gota de Leche" y hasta el día el 18 de junio de 2021, la madre recogía a su hija y la llevaba al domicilio de su amigo.

Una vez en dicho domicilio, un piso situado en Melilla, la madre, "aprovechando su condición de progenitora y a cambio de cierta cantidad de dinero --entre 25 y 30 euros--, obligaba a su hija a dejarse hacer por el procesado a fin de que este satisficiese sus deseos sexuales" señala la sentencia.   

IMPOSICIÓN

Según destaca el tribunal, "la procesada hacía valer su condición de madre aprovechando al tiempo la falta de capacidad de la menor para reaccionar ante su imposición".

El auto también ha subrayado que el amigo de la madre, "conocedor de la edad de la menor y de su limitación intelectual, la llevaba al único dormitorio que tiene la vivienda y una vez allí la desnudaba, la besaba y le tocaba pechos y zonas íntimas, habiendo llegado a introducir sus dedos en la vagina de la menor, todo ello mientras se masturbaba".

Además del dinero, que el hombre daba a la procesada, entregaba a la niña unos 5 euros "cada vez que lo relatado tenía lugar".

El tribunal ha admitido que "dichas prácticas, que se repitieron un número no determinado de veces", han provocado que la menor presente síntomas ansiosos-depresivos y problemas conductuales, con dificultad para conciliar el sueño, pensamientos de autolisis, bajo rendimiento académico, sentimientos de estigmatización, humillación, culpa, vergüenza, pérdida de autoestima e impotencia, entre otros.

El TSJA, tras rechazar los recursos presentados contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Melilla, ha confirmado una pena de 22 años de cárcel para la madre por sendos delitos, uno continuado de abusos sexuales y otro de prostitución de menores de 16 años, mientras el amigo ha sido penado a 17 años de prisión, también como autor ambos delitos.

El juzgado, además, ha retirado la patria potestad a la madre y le prohíbe de acercarse a su hija o a cualquiera de sus otros hijos a menos de 200 metros. Por último, ha acordado que los acusados abonen las costas por mitad, e indemnicen conjunta y solidariamente a la menor, a través de su representante legal, actualmente la Consejería de Bienestar Social de la Administración de la Ciudad Autónoma de Melilla, "con la cantidad de 20.000 euros".

Los dos condenados tenían antecedentes penales antes de cometer estos delitos: La madre sufrió una condena de ocho meses prisión por un delito contra la salud pública y el amigo otros seis meses de cárcel por un delito de exhibicionismo y provocación sexual con víctima menor cometido en el año 2013.