Apenas faltan diez días para que dé comienzo la tercera edición de Euskaraldia, una iniciativa que pretende cambiar las costumbres comunicativas de la ciudadanía en pro de una mayor utilización del euskera en el día a día. Por ello, la organización hizo ayer un llamamiento a la participación, invitando a quienes todavía no se hayan inscrito a que lo hagan.

La comparecencia en la que animaron a la gente a tomar parte en esta dinámica, que tendrá lugar entre el 18 de noviembre y el 2 de diciembre, tuvo lugar en el Museo San Telmo de Donostia y participaron la coordinadora del Euskaraldia, Goiatz Urkijo; el presidente de Euskaltzaleen Topagunea, Kike Amonarriz; la viceconsejera de Políticas Lingüísticas del Gobierno Vasco, Miren Dobaran; y el director general del Instituto Navarro del Euskera (Euskarabidea), Mikel Arregi. Asimismo, se contó con los testimonios de personas de distintos ámbitos del deporte y la cultura vasca, que serán parte activa del Euskaraldia, como la deportista y medallista olímpica Maialen Chorraut; el actor Joseba Usabiaga; y el fuera cantante del grupo Egan, Xabier Saldias.

Se trata de la tercera ocasión en la que se pone en marcha esta iniciativa, tras una primera en 2018 y una segunda en 2020, esta última marcada por el coronavirus y sus restricciones. Esta vez, bajo el lema Hitzez Ekiteko (Actuar hablando o Actuar con palabras), buscarán continuar con la ola del cambio, tanto a título personal como en espacios colectivos. “Euskaraldia no es una campaña a favor del euskera; es un proyecto para impulsar un cambio en los hábitos lingüísticos, un ejercicio social”, remarcó Amonarriz.

A lo largo de las dos semanas que dura el Euskaraldia, quienes quieran participar lo podrán hacer de distintas maneras. Por un lado, llevando puestas las chapas en las que mostrarán su deseo de comunicarse en euskera, dependiendo de su nivel de conocimiento. Quienes sepan hablarlo de manera fluida podrán portar aquellas en las que figura la palabra ahobizi y quienes tengan un conocimiento más limitado, pero comprendan el euskera y quieran que se les dirijan en dicho idioma, la que contenga la palabra belarriprest.

Además, aquellas organizaciones que quieran que en sus espacios se promulgue y priorice el uso del euskera durante el Euskaraldia, se podrán apuntar como arigune. Las inscripciones individuales y colectivas se pueden realizar desde el pasado 28 de septiembre en la web www.euskaraldia.eus; las personas que hayan participado en años anteriores únicamente tendrán que confirmar la inscripción previa. Esta base de datos permite a la organización realizar un estudio posterior sobre los efectos de esta iniciativa en el cambio del paradigma lingüístico. Por otro lado, quienes deseen adquirir alguna de las dos chapas, pueden dirigirse al punto de reparto más cercano; en la CAV, casi todos los municipios tienen uno, así como la mitad de las localidades navarras y de Iparralde.

A pesar de que todavía no se cuenta “con datos exactos” acerca del número de personas inscritas, Urkijo señaló que hace dos semanas comprobaron que el proceso va “a buen ritmo”, en niveles parecidos a ediciones anteriores. Y es que desde la organización esperan que la tercera edición sea tan “masiva” como las anteriores.

Retos personales

En esta línea, y para que Euskaraldia tenga los resultados positivos esperados, la organización recalcó la importancia de establecer restos concretos que se quieran cumplir entre el 18 de noviembre y el 2 de diciembre. Así, Usabiaga comentó su intención de dirigirse a todo el mundo con el que se cruce y lleve la chapa belarriprest en euskera y de hablar con su madre, a pesar de que ella tenga un conocimiento limitado, en ese mismo idioma. Por su parte, Chorraut, que hace dos años se instaló en Donostia, tras quince años viviendo en Catalunya, se ha propuesto recuperar su costumbre de que la primeras palabras que diga a una persona sean en euskera.

Euskaraldia nació con el objetivo de “incidir en los hábitos lingüísticos de los hablantes para incrementar las prácticas lingüísticas en euskera”, “favorecer la reflexión y el cambio de la propia lengua en relación con los comportamientos y hábitos” y “romper las inercias lingüísticas”. En este sentido, Saldias se mostró “optimista”, ya que “hemos visto que hemos mejorado mucho en esta extensión” del uso del euskera. Y es que el cantante recordó cómo, cuando se trasladó a vivir a Donostia hace medio siglo, las personas que hablaban en euskera eran aquellas que provenían “de la provincia”; ahora, “no hay más que ver cuanta gente lo habla todos los días”.

Falta poco más de una semana para que dé comienzo este ejercicio práctico, un paso más en la normalización del euskera en los siete territorios, en los que en la actualidad tiene una presencia muy desigual. Aún y todo, la víspera de la puesta en marcha del Euskaraldia habrá “actos unificados” en las capitales vascas, con el objetivo de “aumentar la visibilidad” de la iniciativa.