- Justo siete días después del 28-M, cuando entró en vigor la nueva estrategia contra la pandemia, la de gripalizarla y tratarla como cualquier otro virus respiratorio, la cifra de fallecidos en Euskadi vuelve a repuntar. Por segunda semana consecutiva suben las muertes, hasta las 22, lo que supone cuatro más que los siete días precedentes que también marcaron un ascenso de dos casos respecto al periodo anterior.
Una vez que se han eliminado las cuarentenas de los casos leves y asintomáticos, los aislamientos de sus contactos y la realización de pruebas con carácter general, los indicadores están mejorando, salvo uno, el de los fallecidos, lo que empaña la evolución epidemiológica. De hecho, el número de víctimas mortales con covid en la CAV asciende a 6.446, de las que 6.107 corresponde a personas mayores de 60 años. Y este primer trimestre del año, se elevan a más de 1.300. Un balance especialmente negativo ya que en las mismas fechas del pasado año, el número de vidas que se cobró el virus no llegó al millar.
Especialmente negro fue el mes de enero con casi 400 víctimas mortales. Y eso que la estadística de fallecidos no arroja una cifra cerrada, ya que en alguna ocasión, Osakidetza se ha visto obligada a corregir los datos. No hay que olvidar que la llegada de ómicron rompió todos los récords de contagios con un reguero de muertes diario, especialmente en el primer mes del año como consecuencia del tsunami de infecciones de las Navidades. Datos que nos retrotraen a los meses más duros de esta crisis sanitaria.
Pero ahora estamos en un nuevo escenario y dado que ya las mediciones no serán tan exactas y se hacen de forma aproximada, no conviene bajar la guardia. Porque en esta fase de la pandemia se realiza una vigilancia específica para los mayores, inmunodeprimidos y pacientes vulnerables mientras que el resto de la población no tiene ningún seguimiento.
Sin embargo, el resto de parámetros sí apuntan en la buena dirección y la presión hospitalaria se ha reducido drásticamente, al pasar de los 158 pacientes en planta de hace una semana, a los 130 del domingo. Igual ocurre con los pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos, en las que había 16 personas con esta enfermedad, frente a las doce del último recuento.
El último boletín epidemiológico difundido (Salud ya solo comunica los datos una vez por semana) refleja que entre el 28 de marzo y el 3 de abril se registraron 3.222 positivos de covid, un 37% menos con respecto a la semana anterior. Esta cifra supone 1.861 menos que los casos semanales de hace siete días. El porcentaje de positividad ha caído al 9,4% un dato que no se daba desde hace más de tres meses.
El denominado R0 -las personas a las que contagia cada infectado- se sitúa en 0,79, frente al 0,92 de los siete días previos e indica que la pandemia está controlada. De este modo, la tasa de incidencia acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes se ha reducido, situándose en 377 (103 puntos menos que hace siete días). Por territorios, Araba presenta la tasa más elevada, con 413 casos. No obstante, en poco tiempo, la barrera podría situarse por debajo de los 300, y de la alerta naranja.
Por edades, la mayor incidencia se da entre las personas de más de 90 años, con 780 casos, seguido de los de 70 a 79 años, con 642 puntos, y de los de 80 a 89 años, con 627 casos.
A la baja. En las UCI hay doce pacientes con necesidad de atención intensiva frente a los 16 del domingo precedente, y en planta hay otros 130, 28 menos.
Ingresos. Los ingresos diarios aumentaron anteayer respecto al anterior domingo (14), aunque siguen siendo relativamente bajos ya que ascendieron a 18.
El 43% de los niños vascos de 5 a 11 años ha completado la pauta de vacunación, mientras que un 59% tiene al menos una dosis.
Se han administrado 134.750 antídotos infantiles, el 75% de los recibidos, de manera que 86.062 niños se han inyectado al menos una dosis y 63.172 las dos.
Entre la población adulta, se han administrado 4.618.313 vacunas, incluidas las primeras y segundas dosis, así como los pinchazos únicos y los de refuerzo.