- La Cooperativa de Armadores de Vigo, ARVI, admitió ayer que el empeoramiento de las condiciones meteorológicas está complicando la búsqueda de los náufragos del Villa de Pitanxo e insistió en que, aunque seguirán “con un ojo en los aparejos y otro en las labores de rastreo”, los barcos pesqueros que están en la zona del hundimiento “no pueden sustituir a las administraciones” ni a los operativos profesionales de rescate.
Así lo trasladó en declaraciones a los medios el presidente de ARVI, Javier Touza, quien respaldó la demanda de las familias de que se mantenga el dispositivo de búsqueda. En todo caso, explicó que los barcos que todavía están en la zona del naufragio, cuatro gallegos y algún otro portugués, han confirmado el empeoramiento del tiempo. “Tal y como esperábamos se está recrudeciendo la situación, hay escasa visibilidad, vientos fuertes... y tenemos que velar también por la seguridad de nuestros tripulantes”, recalcó Touza.
El presidente de ARVI subrayó que la flota gallega “nunca abandonará” a la gente del mar, pero el rastreo “se está complicando mucho”. “Cuanto más tiempo pase también es más difícil recuperar cuerpos y nosotros tenemos que hacer nuestro trabajo. Estaremos mientras se pueda, siempre con un ojo viendo el aparejo y con otro en las labores de rastreo, pero lo que no podemos hacer es sustituir a las administraciones, podemos complementarlas”, señaló.
Javier Touza también recordó que los primeros barcos en llegar a la zona de la tragedia fueron los pesqueros gallegos, gracias a los cuales se pudo rescatar a supervivientes y varios cuerpos de fallecidos, todo ello de forma “desinteresada” y dejando de pescar y generar recursos. “Hemos dado muestras de que con nosotros siempre se puede contar, pero no podemos sustituir a los rescatadores profesionales”, insistió. A las complicaciones meteorológicas se suma, según abundó, “el desgaste psicológico muy importante” de las tripulaciones de la flota. “Una cosa es pescar y otras es rescatar hermanos, primos, familiares, amigos íntimos. Es muy duro”, proclamó, al tiempo que recordó que, sin apoyo de medios profesionales, “es como buscar una aguja en un pajar”.
Además apuntó que “hoy le ha tocado la china al Villa de Pitanxo pero mañana puede ser otro, en una zona más distante o más compleja”, por eso ha demandado que se fijen protocolos de búsqueda en caso de siniestro para “fijar precedentes de cara a posibles situaciones complejas en el futuro”.
Por otra parte, el presidente de ARVI confirmó que se ha contactado con la empresa gallega ACSM Ships, proveedora de servicios submarinos, que cuenta con un barco equipado con robots para inmersiones de hasta 4.000 metros de profundidad. Según señaló Touza, esos equipos podrían ayudar a concretar el posicionamiento exacto del pecio hundido del Villa de Pitanxo y tomar imágenes del barco, aunque no está claro que tengan los recursos necesarios para entrar en los compartimentos y rescatar cuerpos. “Son procedimientos complejos y muy costosos”, afirmó.
Por su parte, la provincia canadiense de Terranova y Labrador quiere “honrar” a los marineros fallecidos, Según dijo un portavoz del Gobierno de Terranova y Labrador, la vice primera ministra de la provincia, Siobhán Coady, expresó su “compromiso” de trabajar junto con el Gobierno español para “honrar” a los tripulantes fallecidos durante una reunión privada que mantuvo con el embajador de España en Canadá, Alfredo Martínez Serrano.
Por su parte, el primer ministro provincial, Andrew Furey, dijo en una declaración que los habitantes de Terranova y Labrador “se identifican” con los españoles en tragedias que han provocado la muerte de pescadores y marineros.
Furey recordó que el 15 de febrero de 1982 también se produjo en el Gran Banco de Terranova, la misma zona en la que naufragó el Villa de Pitanxo, el hundimiento de la plataforma petrolífera Ocean Ranger, accidente en el que murieron sus 84 tripulantes.
Y el 17 de febrero de 1942, otra gran tormenta en las costas de Terranova causó la muerte a 203 militares que viajaban en dos barcos estadounidenses que encallaron en la isla. Furey declaró asimismo que sería importante que “los Gobiernos de Terranova y Labrador y España se unan para hacer algo parecido para reconocer esta tragedia” que permita “reflexionar” sobre el naufragio del barco gallego y “las tragedias del océano”.