- El sector primario vasco genera una pérdida del 3,7% del total producido, mientras que en la industria de la alimentación se cifra en 5,36% la pérdida del volumen de producción, según un estudio sobre el alcance del “despilfarro” alimentario en la cadena alimentaria de Euskadi, realizado por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente a través de Elika Fundazioa.
Por ello, el Gobierno Vasco presentó ayer la campaña La comida no se tira, destinada a sensibilizar a la ciudadanía vasca frente al despilfarro alimentario y que, en el contexto de la iniciativa Basque Green Deal-Euskadiko Itun Berdea, constituye “un paso más” dentro de la Estrategia Vasca contra el Despilfarro de Alimentos. En su presentación en Bilbao tomaron parte el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz, y la directora gerente de Fundación Elika, Arantza Madariaga.
Según destacó Oroz, este estudio sobre el alcance del despilfarro alimentario en la cadena alimentaria de Euskadi que se está desarrollado arroja datos provisionales tales como que el sector primario genera una pérdida del 3,7% del total producido, mientras que en la industria de la alimentación se cifra en 5,36% la pérdida del volumen de producción.
Indicó también que alrededor del 20% de los alimentos producidos en la UE se pierden o desperdician, mientras que cada dos días unos 33 millones de personas no pueden permitirse una comida de calidad y que el “despilfarro de alimentos” tiene un enorme impacto ambiental, dado que representa aproximadamente el 6% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la UE y supone una “carga innecesaria” sobre los recursos naturales limitados, como el uso de la tierra y el agua.
En este contexto, el Gobierno Vasco, a fin de impulsar el Pacto Verde Europeo, ha puesto en marcha la iniciativa Basque Green Deal-Euskadiko Itun Berdea, que marcará la hoja de ruta que seguirá Euskadi para propiciar una salida de la crisis climática y lograr un desarrollo más inclusivo y sostenible.
Entre los objetivos marcados está, han recordado, reducir el despilfarro de alimentos, algo que también ha propuesto la ONU para 2030, dentro de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por ello, a comienzos de 2018, el Ejecutivo vasco, a través de la Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria-Elika Fundazioa, llevó a cabo el diseño e implementación de la Estrategia Vasca contra el Despilfarro de Alimentos, con el fin de alinearla con las Estrategias de Alimentación Circular, Reducción de Residuos y con el Plan Estratégico de Gastronomía y Alimentación de Euskadi.
Dentro de las diversas actividades de sensibilización iniciadas en 2018, y en el marco del Basque Green Deal-Euskadiko Itun Berdea, Oroz y Madariaga presentaron la campaña de sensibilización La comida no se tira, que se desarrollará hasta el día 20.
Según destacaron, se trata, por un lado, de hacer consciente del problema a la sociedad y de explicar las consecuencias que tiene “tirar” un alimento y, por otro, de dar soluciones o recomendaciones sencillas para que las personas consumidoras puedan contribuir en la reducción del despilfarro de alimentos. Entre los años 2019 y 2020, un grupo de trabajo formado por Hazi, Azti, Ihobe, el Cluster de Alimentación de Euskadi y Neiker, con la coordinación de Elika, realizó un primer diseño y concreción de la metodología para un diagnóstico de la generación de despilfarro en la Comunidad Autónoma Vasca y la determinación de su impacto económico, social y ambiental, así como las oportunidades de reducción, de acuerdo a las directrices que la Comisión Europea establece para la medición uniforme de los residuos alimentarios.
“No somos conscientes del poder del consumidor y el impacto que tienen los cambios en los hábitos”
Viceconsejero de Política Alimentaria