- La tercera edición de Euskaraldia se presentó ayer en la sala Zentral de Pamplona. Se desarrollará del 18 de noviembre al 2 de diciembre de 2022 bajo el lema Hitzez ekiteko garaia (Tiempo de actuar con la palabra).
Los promotores de la iniciativa buscan que esta nueva edición “dé un salto cualitativo” e incidir en la necesidad de “combinar palabra y acción para dar un nuevo paso en el cambio de hábitos lingüísticos” ya que “la palabra es la principal herramienta para cambiar los hábitos lingüísticos y romper inercias”, destacó en un comunicado.
Junto a Arrate Illaro, coordinadora de Euskaraldia, tomaron la palabra en la sala Zentral representantes de las instituciones que conforman la mesa de coordinación de la iniciativa. Kike Amonarriz, presidente de Euskaltzaleen Topagunea; Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas del Gobierno de Navarra; Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco; y Antton Curutcharry, presidente de Euskararen Erakunde Publikoa y vicepresidente de Política Lingüística de Euskal Hirigune Elkargoa, fueron los representantes que explicaron los objetivos y detalles de Euskaraldia. Además, tomaron la palabra Igone Ezkurra, miembro de la comisión local de Euskaraldia en Burlada, y Josu Iturri, representante de Conservas Iturri.
Arrate Illaro, coordinadora de Euskaraldia, remarcó que “recuperar la calle es necesario para el euskera y para los euskaldunes. Tenemos que dar la vuelta al golpe que ha sufrido la sociedad en este último año y medio y el año que viene tendremos herramientas para ello”.
Por su parte, Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas del Gobierno de Navarra, afirmó que “el cambio de hábitos lingüísticos sigue exigiendo un trabajo profundo; todavía queda camino”, aunque ya han empezado “a conseguir logros significativos”. “Muchos de los participantes de Euskaraldia han experimentado importantes avances en las relaciones y en el uso del euskera en su entorno”, subrayó.
Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, resaltó que los arigune (espacios para expresarse en euskera) son “espacios cómodos para el euskera, protegidos, que favorecen la realización del ejercicio por consenso del grupo y permiten tener mayores posibilidades de uso del euskera en los días posteriores a Euskaraldia”. “Euskaraldia ayuda a romper inercias y crear nuevas dinámicas y los ‘arigune’ son un ámbito protegido para ello”, destacó Zupiria, que llamó a las entidades a que se sumen a Euskaraldia.
Asimismo, Josu Iturri, representante de Conservas Iturri, explicó cómo en su empresa llevan “siete u ocho años haciendo cambios a favor del euskera”, entre ellos “poner etiquetas en euskera y castellano en todos los productos” o “diseñar una web bilingüe”.
El ejercicio social del año que viene se ha diseñado partiendo las conclusiones de los estudios realizados tras la segunda edición de Euskaraldia. En el ejercicio “ha aflorado la capacidad de los belarriprest y ahobizi para influir y generar cambios en su entorno y el reto principal para los próximos meses será poner en marcha herramientas para aumentar esa influencia”. Tanto los belarriprest (quieren que se dirijan a ellos en euskera) como los ahobizi (se comprometen a hablar en euskera), “pueden provocar grandes cambios en su entorno cercano y ése será el principal objetivo del próximo Euskaraldia”, subrayaron desde la iniciativa.
Tras el “notable” impacto de la pandemia en la anterior edición, que se desarrolló entre noviembre y diciembre de 2020, que “se ha prolongado” en “la socialización y presencia del euskera en diversos ámbitos de la vida”, los organizadores de Euskaraldia llamaron a “volver a tomar la calle a través de la palabra” con el objetivo de que “el ambiente social a favor del euskera incremente su influencia en la calle y, por otro, para que las conversaciones en euskera vuelvan a llenar las plazas y calles de los pueblos de todo el territorio del euskera”.
Otro de los puntos relevantes será la red de comisiones locales de Euskaraldia. Por ello, desde la organización llamaron a “organizar una red activa y compacta de comisiones locales” que “son fundamentales para que los ciudadanos vivan de cerca el ejercicio social”. Desde la mesa de coordinación se impulsará que la colaboración entre instituciones y agentes sociales para la organización del Euskaraldia sirva de modelo para estas comisiones locales.
Un segundo eje serán los arigune creados durante el segundo Euskaraldia y que tendrán continuidad en el ejercicio social que se celebrará el año que viene. Se invitará a todo tipo de entidades a que “cuanto antes comiencen a identificar y crear espacios protegidos para practicar euskera”. Los promotores destacaron la importancia de “incrementar estos espacios para influir en los hábitos lingüísticos”.