- La Comisión de Universidades del Congreso aprobó el proyecto de ley de convivencia universitaria por 20 votos a favor y 15 en contra, una norma que suscitó el rechazo de rectores, alumnos y de la oposición al considerar que diluye los mecanismos de mediación recogidos en el texto original del Gobierno. El proyecto, que en octubre pasado superó una enmienda a la totalidad del PP y otra de ERC, que finalmente fue retirada tras alcanzar un acuerdo con PSOE-Unidas Podemos, se enviará ahora directamente al Senado al aprobarse con competencia legislativa plena, un procedimiento “exprés” que criticaron de forma unánime todos los grupos de la oposición al entender que de esta manera se hurta el debate.
El presidente de la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades, Gerardo Pisarello (En Comú Podem), explicó que esta ley supone un “avance democrático”, ya que deroga una norma franquista de 1954, y tiene el visto bueno de ERC, PNV, Teruel Existe, Unidas Podemos y PSOE, una “mayoría sólida”. De este modo, el reglamento disciplinario de la dictadura será sustituido por una ley de convivencia que “va a cambiar el espíritu punitivo”. “No es una ley pensada para sancionar, sino para mediar para que se garanticen derechos del estudiantado”, dijo. Además de las enmiendas negociadas en su día por UP, PSOE y ERC, la Comisión respaldó media docena de enmiendas planteadas por el PNV para garantizar las competencias autonómicas e introducir el carácter “obligatorio” de la mediación, como recogía el texto enviado por el Gobierno a las Cortes.
Así, la portavoz en Educación del Grupo Vasco, Josune Gorospe, las universidades desarrollarán, “sin carácter optativo, en sus normas de convivencia, medios alternativos de solución de conflictos de la convivencia basados en la mediación”.
El presidente de CRUE-Asuntos Estudiantiles y rector de la Universidad de Murcia, José Luján, consideró positivo que una de las enmiendas del PNV recupere “la obligación de mantener el mecanismo de la mediación, antes facultativo, y pone la ley en el esquema en el que se trabajó antes con el Ministerio de Universidades y el estudiantado”. Sin embargo, “hay dos puntos negativos, como es la desaparición de la referencia que dice que es competencia del Estado regular las condiciones básicas que garanticen la igualdad en derechos y obligaciones”, con lo que no habrá un “mínimo común” para el sistema universitario.
Por su parte, el Consejo de Estudiantes Universitario del Estado, la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas y otras organizaciones, convocaron para hoy un paro académico y movilizaciones en rechazo a la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) y a la Ley de Convivencia Universitaria, ambas en trámite parlamentario. Los estudiantes consideran que los cambios introducidos al proyecto de Ley de Convivencia Universitaria “elimina el espíritu de mediación y resolución de conflictos que caracterizaba al proyecto de ley”.
Castells. El ministro de Universidades, Manuel Castells, celebró la aprobación del proyecto de ley de convivencia universitaria, que deroga una ley franquista y que permitirá que los conflictos se resuelvan conforme a los principios democráticos que conforman la sociedad. Así lo dijo Castells después de que el proyecto de ley fuera aprobado por la Comisión de Universidades del Congreso, tras suscitar el rechazo de rectores, alumnos y de la oposición al considerar que diluye los mecanismos de mediación recogidos en el texto original del Gobierno. El texto deroga el reglamento de disciplina de 1954, un “decreto franquista y preconstitucional que dio el dictador en el Pazo de Meirás y que paradójicamente todavía estaba en vigor.