El Consejo de Ministros dio ayer luz verde el real decreto de Evaluación, Promoción y Titulación, que establece que la repetición de curso será un medida muy excepcional en las etapas de Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP y que la decisión dejará de estar condicionada por el número de materias superadas y recaerá enteramente sobre el equipo docente.
La normativa acaba con los exámenes de recuperación de la ESO y permite obtener el título de Bachillerato con una materia suspensa y por lo tanto presentarse a la EBAU.
Tras señalar que los cambios entrarán en vigor en el curso 21-22, Alegría recordó que esta normativa no hace más que desarrollar la Lomloe (Ley Celaá), aprobada en diciembre de 2020, y rechazó las críticas respecto a que se esté atacando valores como los del esfuerzo y el mérito.
“Intentamos promover un esfuerzo basado en la motivación no en el castigo” para que los alumnos alcancen el “mejor aprendizaje posible”, ha enfatizado la ministra.
Se trata de atender las necesidades específicas de cada alumno, detectar las dificultades, prestarle apoyo y “confiar más” en los docentes que son los que “mejor conocen” la adquisición de competencias de sus alumnos. Alegría consideró muy preocupante que el 30% de los alumnos de 15 años hayan repetido al menos una vez de curso y que las tasas de abandono del país se sitúen en un 16 %.
El decreto también establece que la evaluación en la ESO será “continua, formativa e integradora” y, como en Primaria, las decisiones sobre promoción y titulación serán adoptadas colegiadamente por el equipo docente tras una convocatoria de evaluación que tendrá lugar al finalizar el curso escolar. Los alumnos de ESO promocionarán de curso cuando el equipo docente considere que la naturaleza de las materias que, en su caso, pudieran no haber superado, “les permite seguir con éxito el curso siguiente y se estime que tienen expectativas favorables de recuperación y que dicha promoción beneficiará su evolución académica”. En todo caso, promocionarán quienes hayan superado las materias o ámbitos cursados o tengan evaluación negativa en una o dos materias.
En cuanto a la evaluación en Bachillerato, será “continua y diferenciada según las distintas materias” y los alumnos pasarán de primero a segundo cuando hayan superado las materias cursadas o tengan evaluación negativa en dos materias como máximo. Para obtener el título de Bachiller, será necesaria la evaluación positiva en todas las materias de los dos cursos de Bachillerato, aunque excepcionalmente, el equipo docente podrá decidir la obtención del título de Bachiller por un alumno que haya superado todas las materias salvo una. Para que se dé esta condición, deberán cumplir las siguientes condiciones: que el equipo docente considere que el alumno ha alcanzado los objetivos y competencias vinculados a ese título; que no se haya producido una “inasistencia continuada y no justificada” por parte del alumno en la materia; que el alumno se haya presentado a las pruebas, incluidas las de recuperación; y que la media de las calificaciones en todas las asignaturas se llegue al 5.
El apunte
Plazas gratuitas de infantil. El Gobierno invertirá casi 667 millones de euros hasta 2023 en la creación de 65.382 plazas públicas y gratuitas en el primer ciclo de educación infantil (0-3 años), una decisión que el PP ve un “error” y que la patronal de centros infantiles recurrirá ante el Parlamento Europeo. En el curso académico 2020-2021 había 390.425 niños en el primer ciclo de Infantil, de carácter voluntario, frente a los 469.758 del año académico 2019-2020, un descenso debido a la pandemia y a la caída de la natalidad.