- Que la quinta ola remite es una evidencia aunque la mejora es tan paulatina que, a veces, parece no dar tregua. El jueves, sin embargo, fue un día para la esperanza ya que los indicadores más importantes de la pandemia bajaron en la CAV, incluida la temida presión hospitalaria. El único valor que sigue mostrando su cara más negativa es la positividad que vuelve a repuntar.
El pasado jueves se llevaron a cabo en Euskadi 5.551 pruebas, 1.717 menos que en la víspera, en las que se detectaron 619 positivos, 83 menos. Así, la tasa de positividad escaló del 9,7% al 11,2% en 24 horas.
Uno de los datos que llevan a lanzar más las campanas al vuelo es el de la tasa de incidencia por cien mil habitantes que acumula ya 20 días seguidos en descenso. El miércoles dejó el escenario de transmisión “muy alta” del virus al descender de los 500 casos y situarse en los 489, un indicador que el jueves volvió a bajar hasta los 469. Sin embargo, 37 localidades vascas de más de 5.000 habitantes están en riesgo ya que tienen tasas de incidencia que superan los 400 casos. Donostia sigue siendo la única de las tres capitales que se mantiene fuera de la zona roja con 366 positivos por cien mil.
También mejora otro valor importante, el R0 que indica a cuántas personas puede contagiar un enfermo, y que en el conjunto de Euskadi ha pasado en 24 horas del 0,89 al 0,86.
Pero sobre todo, da un respiro la presión hospitalaria. El jueves, había en las UCI vascas 77 enfermos críticos, uno menos que la víspera. En este apartado, el dato negativo lo ponen los nuevos ingresados en los hospitales vascos por covid que fueron 46, 12 más, pero las bajas prevalecen y los hospitalizados en planta se han reducido hasta los 237, cuatro menos.
Por grupos de edad, el tramo más conflictivo continúa localizado entre los más vascos jóvenes. Superan el centenar de casos la franja de edad de entre 10 y 19 años, con 141 casos, y de entre 20 a 29 años, con 129 positivos. En estos colectivos, la tasa de incidencia es de 941 y 1.322 casos, respectivamente.