-Disfrutar de la naturaleza en un entorno rural o junto al mar se consolida en Euskadi como tendencia en verano. Por segundo año consecutivo, los agroturismos se han convertido en el pulmón que tira del sector turístico vasco, tocado por las restricciones de movilidad a nivel internacional. El panorama es más flojo en los hoteles de las capitales -Donostia, Bilbao y Gasteiz- y cruzan los dedos para que las reservas en agosto contribuyan a salvar una campaña complicada, aunque apoyada por la gente de casa y las visitas procedentes del Estado. Está claro que la pandemia ha hecho que las personas busquen en el contacto con la naturaleza y los espacios abiertos la cura perfecta a un año de cierres perimetrales, toques de queda y mascarilla en sus lugares de residencia.
Según los datos ofrecidos ayer por el consejero de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno Vasco, Javier Hurtado, la ocupación del turismo rural en Euskadi no solo es un 20% superior a la del año pasado sino un 5% más elevada que en 2019, cuando la pandemia solo era un ingrediente en el guion de una serie distópica.
El pasado mes de julio las casas rurales estuvieron al 69% y las previsiones apuntan a que la ocupación podría alcanzar el 90% en agosto. El caso de los hoteles en diferente, en especial en las grandes ciudades. En Gipuzkoa estos establecimientos esperan que los datos de ocupación sean un poco mejor que los de 2020, cuando el territorio cerró la campaña con un 48,1%, y confían en llegar al 60%.
El sector hotelero de Bizkaia muestra una ocupación de hasta el 75%, pero habrá que ver cómo termina agosto para confirmar estos datos. En Araba se mantiene la previsión. “Tenemos unos datos de turismo rural muy positivos y así nos lo transmite el sector. Hay que recordar que las reservas aquí se hacen más a última hora que en los otros dos territorios. Es una tendencia constante, ya que se suelen llenar primero los destinos de costa y luego los de interior”, precisó Hurtado, quien señaló que las previsiones respecto a los datos Gasteiz “están mejorando” aunque “aún son lejanos a los del turismo de 2019”.
Hurtado manifestó que “no conviene olvidar que el turismo de Euskadi ha hecho de la calidad y la competitividad su apuesta, y es una industria que da trabajo a cerca de 100.000 familias vascas”. El consejero realizó este balance sobre la situación de este sector económico clave en la presentación de #Turistamaitea. Esta nueva campaña, que forma parte del Código Ético en Euskadi y al que se sumarán 600 entidades, se centra en la búsqueda conjunta de un turismo respetuoso “sostenible que implica a todo el sector, visitantes y administraciones”. El objetivo de este programa es que las entidades turísticas incorporen responsabilidad social y la sostenibilidad medioambiental y económica en su práctica diaria: respeto a los derechos de las personas turistas, sus peculiaridades, formas de vida, gustos, expectativas o la diversidad de creencias.
La cara. La ocupación en los establecimientos de turismo rural de Euskadi se podría acercar al 90% este mes de agosto, una cifra que superaría la del año pasado e, incluso, la de 2019.
En concreto la ocupación de los agroturismos vascos fue del 69% en julio.
La cruz. La situación de los hoteles, sobre todo en las grandes ciudades -Bilbao, Donostia y Gasteiz-, es diferente. En Gipuzkoa la previsión es llegar este verano a una ocupación del 60% y de hasta el 75% en Bizkaia, a la espera de cómo se comporte finalmente el turismo este mes de agosto.
100.000 empleos. El turismo es una industria que da trabajo a cerca de 100.000 familias vascas.